LA DIGITALIZACIÓN Y SUS CONTROVERSIAS En la actualidad ya
es un lugar común el resaltar que una de las fuerzas más determinantes sobre la
situación económica y el empleo disponible en el futuro es la digitalización de
todos los ámbitos de la vida económica, social, política y ciudadana. Se
entiende así la digitalización como el resultado de la confluencia de dos
procesos. El primero basado en el desarrollo de cinco áreas de conocimiento
(microelectrónica, comunicaciones, arquitecturas de computadores, software y
robótica) y el segundo fundamentado en cinco cambios económico-sociales
imparables (universalidad de lo digital, uso masivo de memorias baratas y
rápidas, hábitos de ubicuidad y movilidad, capacidad de recombinación del
conocimiento y efecto red). De esta forma la digitalización, que está
modificando la naturaleza misma del trabajo, está siendo un foco de atención
estratégico en un número creciente de foros, como ha ocurrido recientemente en
la cumbre de Davos del pasado enero. Al hilo de la presentación del e-book
Desempleo y Bienestar en la era digital, del Profesor Martín Quetglas, la
Oficina del Club de Roma en Barcelona ha considerado de interés iniciar con
ello un ciclo en el que se enmarquen algunas de las consideraciones más
relevantes sobre este fenómeno. Y en el que se integrarán próximas sesiones
sobre las múltiples temáticas que surgen ante la diversidad de aplicaciones de
la digitalización en los más variados ámbitos.
18.30 - 18.35 H. PRESENTACIÓN
· D. Jaime
Lanaspa. Presidente de la Oficina del Club de Roma en Barcelona.
8.35 – 18.40 H. Un e-book para iniciar el debate:
DESEMPLEO Y BIENESTAR EN LA ERA DIGITAL (de Martín Quetglas).
· D. José Manuel
Morán. Club de Roma.
18.40 - 20.00 H. EXPECTATIVAS E INCERTIDUMBRES DE LA
DIGITALIZACIÓN
· D. Guillem
López Casasnovas. Catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra.
· D. Pere Homs.
Director del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña.
· D. Gregorio
Martín Quetglas. Catedrático de Ciencias de la Computación de la Universidad de
Valencia.
Presentación de la Conferencia por parte de Jaime
Lanaspa
Dos aproximaciones
hegemónicas a la ética del trabajo en el mundo occidental (y por ello,
hegemónicas mundialmente), la de raíz cristiana: trabajar como forma de
participar en la obra de Dios, un camino trascendente a la dignidad de la
persona; y la de raíz marxista: trabajar como forma de autorealización, de
construcción de la sociedad.
En las dos existe de
alguna manera una pulsión por la construcción de una buena sociedad, donde se
cumpla que:
- se da una
subsistencia digna
- existe un rol
identificable y socialmente reconocido
Hoy se da un doble
cuestionamiento de las dos éticas hegemónicas:
- el trabajo ni permite
una existencia mínimamente digna ni aporta reconocimiento social.
Estamos ante una nueva
realidad social, la del “working poor”, la del trabajo que no permite salir de
la pobreza, la del trabajador que piensa “ojalá fuera un mileurista”, cuando
hasta hace bien poco ser “mileurista” estaba cargado de sentido peyorativo.
Una nueva realidad
social que se ve doblemente atenazada por los bajos salarios y por la
precariedad: en España existen algo más de dos millones de trabajadores que
alternan empleo y desempleo rotando sin parar de puestos de trabajos con
contratos que no superan los 3 meses.
¿Existe una 4ª
Revolución Industrial? Al margen de la procedencia de hablar de una 4ª
revolución, los hechos son:
- incrementos del
volumen de datos disponibles, Big Data
- Digitalización /
Automatización
- Robotización
Que se correlaciona
con:
- Incremento del paro
- Decremento del empleo
digno
- Incremento del
working por
En España es pero, si
cabe, debido a:
- No se ha producido un
necesario cambio de modelo
- No ha aumentado, ni
cuantitativa ni cualitativamente, la educación
Según los últimos
estudios elaborados en EE.UU., el 43% de los trabajos actuales son susceptibles
de ser suprimidos por la automatización o la robotización.
El problema radica más
en la distribución de roles (qué nuevos roles y quién y cómo se ocuparán) que
en la forma de producir, es más político y social que técnico.
Dos alternativas:
- Neoludismo
- Actitud activa y
positiva (mensaje de esperanza)
Presentación por parte de José Manuel Morán
Estamos ante una
revolución de múltiples caras, que exige múltiples formas de aproximarse y
múltiples métodos de análisis.
Precaución con la
denominada economía colaborativa y los impuestos: el mayor “hotel” del mundo,
AirBnB, apenas si paga impuestos en relación a los beneficios reales de la suma
de todas las operaciones, y lo mismo para Uber, etc
Otra precaución: los
costes medioambientales. Cuando Obama solicitó a Alibabá que incluyera en sus
prioridades temas medioambientales, Alibabá contestó que ellos apenas si
consumían energía en proporción al negocio que promovían… lo que no dijeron era
la energía que terceros si consumían en razón a las transacciones que Alibabá
promovía.
Gregorio Martín Quetglas[1]
Jobless recovery [2]
Tomando 1947 como base
100, hoy el “family income” (mantengo los términos en inglés, pero no recuerdo
si los datos están referidos a nivel mundial o a nivel de EEUU) está en 200, el
“employment” en 300, el “GDP” en 350.
¿está relacionado el
jobless recovery con la automatización?
GMQ remite a una carta de
un grupo de tecnólogos, economistas e inversores publicada en el MIT Technology
Review:
(nota de Rafa: en la
siguiente tabla no existe una relación horizontal, todas las áreas de
conocimiento inciden en mayor o menor medida en los distintos cambios
expresados)
Áreas de conocimiento
|
Cambios sociales y económicos
|
microelectrónica
|
universalidad
de lo digital
|
comunicaciones
|
uso masivo de
memorias baratas y rápidas
|
arquitecturas
de computadores
|
hábitos de
ubicuidad y movilidad
|
software
|
capacidad de
recombinación del conocimiento
|
robótica
|
efecto red
|
Desde el punto de vista
de la productividad, es preciso focalizar nuestro análisis en los dos últimos
cambios: la recombinación entre especialidades (el impacto que la robótica
puede tener en la medicina, mutando algunas de sus prácticas, por ejemplo) y el
efecto red (visible, especialmente, en el mundo de las aplicaciones para
plataformas, donde una innovación encuentra rápidamente respuesta, tanto en su
uso: adquisición por grandes actores, como en su metabolización: rápida
aparición de alternativas).
El mensaje
“tranquilizador” de que el desarrollo de las áreas de conocimiento traerá
consigo “nuevos servicios generadores de empleo” parece superado por la
aplicación de la digitalización al propio sector de servicios.
Datos en España.
Empleos en 2007: 19,2 M
de trabajadores
Empleos en 2013: 16,3 M
de trabajadores
La pérdida de
prácticamente 3 M de puestos de trabajo puede ser explicada de la siguiente
manera:
- Aproximadamente el
50% por la bajada del PIB
- ¿EL resto? Un
incremento de la eficiencia en términos de digitalización y organización.
Es difícil deslindar
qué cantidad obedece a la digitalización y qué a las mejoras organizativas.
Pero no cabe duda de
que la digitalización baja costes y elimina servicios:
Producto digital
|
- Autoservicio
- Desintermediación
|
Economía a demanda
(más que
colaborativa)
|
- Actualizable
- Ubicuo y accesible
- Coste marginal casi
0
|
- se aprende
fácilmente
- desaparece la
cadena de intermediación
(Ikea y el
auto-cobro)
(Reserva de aviones,
hoteles, excursiones…)
|
(usa la desesperación
del free lance)
- pone en contacto
- gestiona el pago
- traspasa
responsabilidad de la garantía de calidad
(Uber: valorada en
50.000 M de dólares)
|
Dos efectos de fácil
observación:
1) sustitución del empleo
en el entorno de servicios (cajeros en autoservicio o gestión de viajes)
2) Autoservicio digital: la digitalización no
sólo sustituye a las personas, sino que cambia sistemas y hábitos:
a. Desintermediación y
“autotrabajo” a cargo del consumidor
b. Monopolización de los
servicios gratuitos (sólo existe como práctico monopolio, porque sólo puede
existir, un Facebook, un Google…)
c.
Economía
“colaborativa”, pero de peaje
El famoso “43 %” de
trabajos que son sustituibles por la automatización o la robotización hace
referencia a EEUU, único país donde existe una base de datos de más de 900 definiciones
de puestos de trabajo con un alto nivel de detalle de las actividades
desarrolladas (llamada O*NET: https://www.onetonline.org/, Occupational
Information Network), lo que permite analizar el impacto que en cada una de las
actividades tiene la automatización o la robotización.
Informe del Deutsche Bank
en Davos
(junio 2015): “la fuerza
laboral va a ser cada vez menos necesaria para mantener y aumentar los niveles
de producción. Esto ya está comenzando a ser un factor evidente en varios
países que siguen creciendo sin la necesidad de crear empleos y subir salarios.
Este profundo cambio conllevará con toda seguridad inmensos cambios económicos
e implicaciones sociales […]
a largo plazo [este cambio] puede
desestabilizar los mercado y la economía al completo. De hecho, la desaparición
del trabajo en unas sociedades que se han basado en el propio trabajo ya no es
sólo un problema económico, es un problema social y político mucho más amplio.
Es una crisis que afecta a nuestro sistema de valores”
Cuatro “R” para
afrontar lo que el futuro nos depara:
Relajación: la
sociedad, o sea: nosotros, deberíamos afrontar la necesidad de trabajar con
menos ansia. La meritocracia debería dejar de ser un eje de valores.
Reeducación:
debemos educarnos en habilidades horizontales (generalistas) que nos permitan
transitar entre diversos trabajos, pero también en habilidades verticales
(especialistas) para poder competir.
Reparto del
trabajo: debemos repartir el empleo, que no las ocupaciones. Una ocupación de
ocho horas puede y debe ser dividida en dos empleos de cuatro horas, por mucho
que esto ponga los pelos de punta a los empleadores.
Redistribución
fiscal: debemos encontrar nuevos nichos susceptibles de generar impuestos, y
uno de ellos bien puede ser el producto digital gratuito ¿por qué no un
impuesto sobre el uso gratuito del producto digital?
Pere Homs
La robótica
tiene un diferente impacto en las grandes empresas, en las pymes y en las
empresas de servicios. Hoy por hoy, prácticamente toda la robótica está en las
grandes empresas, pero a no dudar alcanzará a las otras áreas.
El parque
mundial de robots es de 1.500.000. Es decir, sólo hay un millón y medio de
robots en la industria “manufacturera” de mercancías.
La proporción
es de 60 robots por cada 10.000 trabajadores en industria “manufacturera” de
mercancías, un 0,6% de penetración. Evidentemente, muy baja como para pensar
que, hoy por hoy, la robótica sea la responsable de la disminución de los
puestos de trabajo
¿Qué pasaría si
se multiplicara por 10, si del 0,6% pasara al 6%?
En el 2015 se instalaron
260.000 nuevos robots, y siguiendo la tasa de crecimiento prevista, en 2018
habrán más de 3 millones de robots instalados[3].
En España, debido
principalmente a la industria de automoción, tenemos unos 30.000 robots
instalados, lo que viene a significar aproximadamente un 1% de los puestos de
trabajo en la industria “manufacturera” de mercancías.
En China la
penetración es del 0,3%.
El coste de un
robot se sitúa de media en los 30.000 €, su puesta en marcha (gadgets,
software, implementación…) suma unos 60.000 €, en total: 90.000 €. Dado que
trabajan 24/24, y por compararlo con un puesto de trabajo de 8 horas, el coste
de transformar un puesto de trabajo humano en un robotizado es de 30.000 € de
inversión.
(Nota de Rafa:
PH no especificó el coste de mantenimiento ni de reposición)
En el mundo
existen 4 grandes empresas de robots: dos en Europa y dos en Japón. Las 7 u 8
siguientes se pueden considerar de segunda división. Al margen, existen una 15
de menor tamaño super especializadas.
“Internet de la
máquinas” Una revolución dentro de una revolución.
Con el internet
de las máquinas se puede extraer mucha información (los sensores más sofisticados,
como cámaras de captación de imágenes, estás entre 1 y 2 $ la unidad) que
permite ajustar el comportamiento de los robots. Por el mismo medio se puede
actualizar el software sin necesidad de proceder a costosas acciones o
interrupciones.
Futuro:
- I.A. que
aporte flexibilidad y menor necesidad de reprogramar
- robótica
colaborativa, no sólo con otros robots, sino principalmente con el ser humanos
para suplir con la inteligencia adaptativa del ser humano la “tontería” de los
robots.
Futuro hoy aún
lejano:
- que la I.A.
permita que los robots “invadan” los puestos de trabajo de los servicios (no
consideramos servicios, por ejemplo, los médicos o asistenciales: el sistema
Davinci, de cirugía robótica, tiene otra consideración: más que sustituir, llegar
donde el ser humano no puede llegar, microcirugía de precisión)
Aunque ya
existen robots que “atienden” en múltiples tiendas, su cometido, más que
atender, es obtener datos de la interacción con el cliente.
La robótica de
los servicios empieza a formularse en:
- el ámbito
doméstico (no confundir con el “rumba”, eso no es exactamente un robot)
- el ámbito del
entretenimiento.
- Bancos y
tiendas (“su cometido, más que atender, es obtener datos de la interacción con
el cliente”)
En la robótica
acabará pasando lo que ha ocurrido con los móviles, que cuando se generalicen
será más importante la plataforma que las apps, y quien mandará será quien
imponga su plataforma, ya que las apps para robots padecerán lo que las apps
para móviles ahora padecen: “una
innovación encuentra rápidamente respuesta, tanto en su uso: adquisición por
grandes actores, como en su metabolización: rápida aparición de alternativas”.
Guillem López Casasnovas
¿qué queremos
decir cuando nos referimos al “bienestar de las personas”?
¿Cómo decirle a
una persona que una innovación es para su “bienestar” si a la vez puede atentar
contra su puesto de trabajo?
Estamos ante un
momento de maduración del proceso tecnológico: la curva de productividad de la
innovación está cediendo.
En la
actualidad se dan dos tipos de innovaciones, la incremental, cuyos incrementos
de productividad van a la baja, y la disruptiva, que si comporta un salto en la
productividad, pero que a diferencia de la incrementar no se puede planificar.
La innovación disruptiva
puede generar tanto bienestar como malestar. Por ser disruptiva promueve la
existencia de un solo ganador (winner-takes-all market), que lleva implícita la
distorsión de la distribución de la renta y de un aumento de la precarización.
Un error de
visión de lo que ocurre lleva a que el 60% de los encuestados piense que la
suerte es la razón fundamental, sino la única, del éxito. Con razón o sin ella,
estos saltos disruptivos (su impacto en las rentas) abonan de alguna manera
posicionamientos contra la teoría del esfuerzo.
Keynes y las 15
horas.
¿Por qué falló
en su previsión? Según el antropólogo americano David Graeber, la razón está en
el consumismo, que ha provocado que tengamos que crear/aceptar trabajos
innecesarios (bullshit
jobs [4]) para poder
“pagar” el consumo.
En EEUU, y
apoyado por Obama: asegurar salarios en empleos con riesgo de desaparecer por
un motivo u otros. Teorizado por Robert Schiller[5]
(el economista del que dicen que previó la crisis actual), se trataría de un
seguro que cubriría el 50% de la diferencia entre el anterior salario y el
nuevo salario (siempre menor, tal y como nos dice la experiencia). Este seguro
se cubriría con algo semejante a una cotización sobre el sueldo actual, una
especie de impuesto finalista.
La realidad nos
indica que la posibilidad tecnológica de que las pymes vendan a clientes
lejanos queda prácticamente anulada por la existencia en internet de canales de
distribución maduros que o bien expulsan o bien no permiten la aparición de
nuevos actores. Inclusive la banca se ve amenazada (Google, Facebook, Amazon,
e-Bay, y ahora las llamadas fintech; una vez más, las plataformas parecen
imponerse sobre los servicios)
Es necesaria
una doble estrategia en gastos e ingresos:
Ingresos:
- Sobre la
externalidad negativa de la tecnología (Nota de Rafa: en el sentido, como ya
dijo otro ponente, de la destrucción de empleo por el auto-trabajo,
especialmente en su impacto en la cadena de la intermediación): Impuesto sobre
móviles, tablets…
- Incremento
enorme sobre las ganancias de Capital realizadas (o sea, no reinvertidas en
economía productiva), que podría llegar a ser del 60 o 70%
Gastos:
- Renta Ciudadana. La situación de
paro que se prevé en un futuro lleva a plantear una Renta ciudadana o renta
básica. Propone algún tipo de cotización
o de seguro para cubrir las diferencias entre los salarios de salida y los de
reingreso al mundo del trabajo, siguiendo el modelo propuesto por Robert J.
Shiller comentado anteriormente [5].
- Mayor énfasis
en las Políticas de Formación, a cargo del subsidio de desempleo. Modulación de
las políticas públicas: Los subsidios de desempleo y las políticas de formación
deberán cambiar mucho respecto a cómo funcionan ahora ya que va a ser complicado calcular las cotizaciones y los
impuestos, dado que la historia laboral de cada persona como asalariado,
autónomo y parado será muy más compleja debido a las discontinuidades laborales
que se prevén.
Se debe
considerar que el impacto de las nuevas tecnologías afecta de forma diferente
según dónde ponemos el foco del análisis: Puesto de trabajo (con resultados
dramáticos, asociados a la pérdida concreta del mismo por la aplicación de las
TIC), Empresa (con resultados también dramáticos, pero en sentido contrario: si
no se aplican las TIC, la empresa puede desaparecer), región infranacional (en
unas zonas las TIC pueden generar paro, pero en otras generar empleo: véase
dentro de Alemania las distintas regiones), país (sobran ejemplos) y mundo. Las
políticas deben de ser necesariamente distintas para dar respuesta a cada
nivel.
Turno de
preguntas:
Ante la pregunta
de cómo se debe entender la relación economía colaborativa y TIC, Gregorio
Martín Quetglas apunta unos interrogantes:
- Relación
economía colaborativa e impuestos. Es necesario abordar la necesidad de que la
economía colaborativa (y no sólo la que llamándose colaborativa es “a demanda”)
participe en los impuestos: el riesgo es obvio, pues a medida que la ec.
colaborativa/”a demanda” crece, los impuestos decaen.
- (Nota de
Rafa, perdí algo de lo que dijo…[6])
GMQ hace referencia a algo que Larry Summers ha dicho hace poco sobre
innovación no competitiva
- Se habla
mucho de prosumo y del empoderamiento de los prosumidores (consumidores
proactivos), pero se explica poco que el prosumo, necesariamente, lamina
empleos. No entramos en valorar el prosumo, sino la falta de conocimiento sobre
su existencia.
Ante la
pregunta de por qué todas las exposiciones son más bien negativas o pesimistas,
sobre todo teniendo en cuenta que las dos revoluciones industriales se saldaron
con un crecimiento del empleo hasta entonces inédito, Jaime Lanaspa (Club de
Roma, capítulo español) contesta que no es factible establecer comparaciones
entre las llamadas primera y segunda revolución y el proceso actual, entre
otras cosas porque aquellas revoluciones industriales crearon trabajo en el
ámbito de su propia revolución y con independencia del que pudieron destruir,
mientras que la actual es precisamente porque destruye a través de la
productividad que tiene razón de ser llamada revolución. Prosiguió indicando
que en la conferencia habían aflorado muchos puntos e interrogantes, y que cada
uno de ellos era merecedor de una nueva conferencia, y que espera poder dar
continuidad a esta charla en un futuro próximo.
Ya fuera de
tiempo, solicité venia para apuntar que había echado en falta en la conferencia
incluir el tema de la deuda, pues aunque entendía que no se puede establecer
una relación de causa efecto en ninguno de los dos sentidos entre TIC e
incremento de deuda, alguna relación o implicación, en mi opinión, debía
existir. El hecho de pasar de los años 50-80 de una deuda global mundial
(pública y privada) entorno a 120-130% del PIB a estar ahora rozando el 300%
debía ser considerado, a mi modo de ver, algo a ser tratado. Solicité que, en
el caso de que esta conferencia tuviera continuidad, tuvieran a bien incluir la
deuda, sus motivos y fundamentos, en el futuro. La contestación fue totalmente
positiva tanto de la mesa como del público, y pude departir con dos ponentes
(GMQ y JL) durante unos minutos sobre el tema.
[2] Nota de Rafa: http://www.businessdictionary.com/definition/jobless-recovery.html,
“fenómeno económico, donde después de experimentar una recesión, la
macroeconomía comienza a crecer de nuevo (es decir, la recuperación), mientras
que los niveles de desempleo se mantienen constantes o siguen aumentando.
Aunque es un término acuñado oficialmente en la década de 1930 por el New York
Times, ya se daba en muchas recesiones y recuperaciones de los últimos siglos
recuperación sin empleo, donde la tasa de desempleo necesitaba en ocasiones
varios años para recuperar los niveles previos a la recesión.”
[3] Nota de Rafa: Europa supera las 328.500 unidades instaladas,
destacando Alemania con 140.000 robots, seguida de Italia con 61.500, Francia
con 33.000 y España con cerca de 31.000.
[4] Nota de Rafa, ver http://strikemag.org/bullshit-jobs/ David Graeber es profesor de Anthropología en London School of Economics.
[5] Nota de Rafa, ver http://www.nytimes.com/2016/03/13/upshot/how-wage-insurance-could-ease-economic-inequality.html?_r=0
[6] y no
encuentro ninguna referencia en san google excepto esto: http://www.wipo.int/wipo_magazine/es/2015/06/article_0004.html
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