18/09/2016
Hace algo menos de un año escribía en Sin Permiso Iñaki Uribarri un artículo titulado “No es una buena idea extender el sistema de rentas mínimas condicionadas de Euskadi al conjunto del Reino de España“ donde se enumeraban diversos puntos débiles del modelo de rentas mínimas llevado a cabo en Euskadi y explicaba el por qué del fracaso de las mismas. El objetivo de este artículo no es realizar una copia de aquel artículo, de aquel diagnóstico realizado de manera espléndida, sino que trataré de explicar cuál debe ser el paso hacia la solución, hacia la abolición del modelo de las renta mínimas garantizadas y condicionadas.
¿Existe algún modelo alternativo a las rentas mínimas garantizadas que consiga de una vez por todas acabar con esa lacra que es la pobreza? La respuesta es muy sencilla, porque no hay duda de que realmente existe, y lo tenemos más cerca de lo que creemos, la renta básica incondicional. Esa medida sobre la cual nos llega información de aquí y de allí, esa medida sobre la que Jeremy Corbyn quiere investigar, esa medida sobre la que escuchamos que en Suiza casi uno de cada cuatro ha votado a favor mediante un referéndum vinculante como bien explica Van Parijs, etc. Pero sin embargo, en Euskadi, aquéllos que llevan gobernando 36 años casi ininterrumpidamente (durante 2009 y 2012 hubo gobierno del PSOE con los votos del PP y de UPyD) en un sillón ya viciado de no tocar la calle, nos dicen que aquí no es necesario. Que en Euskadi, con el 15,4% de la ciudadanía en riesgo de pobreza y exclusión social o con más del 93% de los contratos laborales siendo temporales como bien documentó el consejo de relaciones laborales a finales de 2015. Todo va bien, porque en otros sitios las cosas van peor. ¿Hasta cuándo estamos dispuestos a admitir estas situaciones? ¿Somos realmente tan ciegos que no queremos ver más allá de nuestras fronteras? Centrémonos en Euskadi, en una Euskadi que se merece más, en una Euskadi que tiene que beber de lo mejor, en una Euskadi que no se compara con el último de la clase y que no acepta el inmovilismo, sino que tenga ambición para mejorar y estar entre los mejores. Por eso queremos una Euskadi donde se garantice la existencia material de toda la ciudadanía, donde se acabe con la pobreza, donde aumente la libertad de la población no estrictamente rica y donde, para ello, se abran las puertas a la renta básica incondicional.
En la Comunidad Autónoma del País Vasco habrá elecciones autonómicas el próximo 25 de septiembre de 2016. Queremos constatar si Elkarrekin Podemos, la coalición liderada por Podemos Euskadi junto a Equo y Ezker Anitza ha acertado, ha decidido mirar al futuro y ha plasmado un proyecto ambicioso en su programa con respecto a la renta básica incondicional. ¿O preferirá esta comunidad mantenerse domesticada y acatar el inmovilismo jeltzale?
En el preámbulo a la presentación del modelo presentado en el programa de Elkarrekin Podemos se puede leer muy acertadamente cómo durante estos más de 25 años de lucha contra la pobreza en Euskadi mediante políticas de rentas mínimas garantizadas y condicionadas, si bien han servido para paliar algunos de los efectos más duros de la crisis en parte de la población vasca, para nada han conseguido conseguir los objetivos para las que fue creada. Y mucho menos paliar la desigualdad de la distribución de la riqueza. Por ello, se aprecia con mucha ilusión como desde la coalición Elkarrekin Podemos se ha decidido mirar al futuro y llevar por bandera la única medida que es capaz de acabar con la pobreza de inmediato y de garantizar la existencia material de toda la ciudadanía: la renta básica Incondicional. Un comienzo realmente esperanzador.
Desde un ámbito político es interesante ver a Podemos retomar la renta básica incondicional, es interesante poder encontrarnos por primera vez a una fuerza política dentro de las denominadas “grandes” en el Estado español, dejar a un lado el vértigo y apostar firmemente por ella. En Euskadi la iniciativa tomada por la coalición Elkarrekin Podemos ya se ha escuchado en diversos medios, han hablado de ello en prensa, en televisión, en la reciente Universidad Itinerante de Podemos en Bilbao del 2 al 4 de septiembre, donde Eukene Arana y yo mismo hablamos sobre el no-funcionamiento del modelo de renta de garantía de ingresos establecido en Euskadi y sobre la necesidad de una renta básica incondicional, e incluso Pili Zabala, la candidata a la Lehendakaritza lo ha comentado en entrevistas, en debates y sobre todo en el Fórum Europa Tribuna Euskadi, organizado por Nueva Economía Fórum, donde explicó que “Euskadi tiene que ser capaz de retomar aquellos años de políticas novedosas. Retomaremos el debate sobre la pertinencia y viabilidad de una renta básica incondicional en Euskadi. Planteamos la necesidad del debate y de que sea la ciudadanía la que decida finalmente al respecto. Nosotras, la defenderemos.”
A continuación, vamos a analizarlo cómo lo lleva la coalición en su programa electoral:
“1.
Compromiso de abrir un debate social el primer año de legislatura sobre
la necesidad de lograr la Renta Básica Incondicional en Euskadi.
Queremos que toda la ciudadanía lo debata y tenga el derecho a conocer
la propuesta para que sean las personas quienes se muestren a favor o en
contra.
2.
Al finalizar este proceso de debate sobre la Renta Básica
Incondicional, estableceremos los mecanismos necesarios para una
consulta que pregunte a la ciudadanía vasca sobre la implantación de una
Renta Básica Incondicional en la Comunidad Autónoma.
3.
Para lograr lo anterior, exploraremos vías de confluencia con distintos
actores, tanto políticos como sociales, que hayan trabajado la
propuesta anteriormente. También abriremos la discusión a actores que no
lo hayan hecho pero que muestren interés en participar en el proceso.
De este modo, el debate se verá enriquecido por un gran número de
sensibilidades participando conjuntamente.
4. Profundizaremos en la transformación del sistema económico necesaria para dar cabida a la puesta en marcha de la propuesta.
5.
Durante este proceso se investigarán los caminos y se dotará de la
necesaria ayuda técnica y financiera a las Diputaciones Forales de los 3
territorios para favorecer la viabilidad de la implantación de una
Renta Básica Incondicional en los respectivos territorios históricos si
la ciudadanía así lo considera.”
Por tanto, podemos
observar cómo tanto en el programa como la propia Pili Zabala hablan
respecto a crear un debate y pedagogía sobre la renta básica
incondicional en Euskadi para que luego sea la ciudadanía quien decida
si cree oportuno implantarla o no mediante un referéndum. Apreciamos,
como bien hemos dicho arriba, que esta vez Podemos presenta un modelo
que realmente no se conforma con lo existente, que intenta mirar al
futuro, un modelo del siglo XXI, un modelo adaptado a satisfacer las
libertades de toda la ciudadanía vasca garantizando la existencia
material de todas y todos.El hecho de plasmarlo y de querer llevarlo a la realidad de esta manera democrática y participativa donde se impulsa un debate ciudadano sobre la pertinencia de la renta básica incondicional en Euskadi desde el primer año de legislatura que culmine con una consulta a la propia ciudadanía para que sea ella quien decida, presenta al mismo tiempo un inconveniente muy grande. Y es que toda esa gente que está sufriendo su calvario particular hoy en día, seguiría sufriéndolo de igual manera durante todo el proceso hasta la implementación de la renta básica incondicional. Así, vemos como lejos de conformarse con mirar al futuro y apostar por propuestas tan rupturistas pero enormemente viables y necesarias, Elkarrekin Podemos también decide mirar al presente y hacer frente a los problemas cotidianos que se ven en las calles de Euskadi en nuestro día a día. Y para ello pretende mejorar el actual sistema de Renta de Garantías de Ingresos con varias modificaciones respecto a la actual. El programa de Elkarrekin Podemos pide que ésta sea un derecho desvinculado del empleo o los servicios sociales e individual, es decir, se demanda reformar la Ley de Garantía de Ingresos para ésta tenga mayor accesibilidad a toda aquella persona que lo necesite. Al mismo tiempo se reclama la eliminación del requisito de los 3 años de antigüedad en el padrón y pasarlo a 1 para que las personas que lleven más de un año empadronadas aquí, ejerzan su ciudadanía y tengan garantizados sus derechos como el resto de la población. Importantísimo también es el punto donde se pide revertir el recorte del 7% sobre el importe que impuso Patxi López y cómo no, hay que asegurar que su gestión sea transparente, eficaz y garantista, evaluada tanto por la administración como por la ciudadanía. Toda esta reforma, lógicamente, hay que plasmarla en cifras. Allá vamos, de una manera directa y concisa. Rescatar a estas personas de esta situación, estimamos que supondría 340 millones de euros (siendo conscientes de que calcular la renta de garantía ingresos complementaria a los empleos precarios resulta variable y complejo). El equivalente a 10 kilómetros del tren de alta velocidad que se está construyendo en Euskadi.
Es de extrañar, sin embargo, como EH Bildu, de quien se creía iba a dar un paso hacia la izquierda no ha defendido abiertamente la renta básica incondicional. Así, mientras que firmemente ha defendido la renta básica incondicional con Ander Rodríguez Lejarza a la cabeza como diputado foral de Política Social, vemos como en el programa para las elecciones autonómicas del 25 de septiembre la propuesta se ha diluido. El mismo Ander expresó que una renta básica incondicional se trata de una renta destinada a garantizar “unos mínimos para el derecho a la existencia, una medida que despierta asombro por ser rupturista y ambiciosa, pero que es totalmente razonable”. De hecho, creó una “comisión de estudio” sobre la renta básica incondicional para aunar diferentes sensibilidades políticas, otra razón más por la que no se comprende muy bien este retroceso y no llevar políticas que realmente acaben con la pobreza y que garanticen la existencia material de toda la ciudadanía.
El pasado jueves, el 15 de septiembre y en plena campaña, la Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea junto al Consejo de la Juventud de Euskadi organizaron en el campus de Leioa un debate electoral con las seis principales fuerzas políticas de Euskadi (PNV, EH BILDU, PSE, PP, Elkarrekin Podemos y Ciudadanos) donde yo mismo tuve el placer de asistir por parte de Elkarrekin Podemos. No hay duda de que solo dos personas fuimos a debatir y a exponer nuestras posturas sobre la renta básica incondicional. Ander Rodríguez y yo mismo. Los demás, o no sabían lo que era la renta básica incondicional o, simplemente, vinieron a hablar de su libro a la feria del libro equivocada. En el debate les tendí la mano a los partidos de izquierdas para sumarse al proceso participativo que queremos promover desde Elkarrekin Podemos en un esfuerzo por explorar vías de confluencia con distintos actores, tanto políticos como sociales que quieran aunar fuerzas con nosotros y con nosotras para dar voz a la ciudadanía.
En cualquier caso, la propuesta de la renta básica incondicional ha vuelto a irrumpir con fuerza en unas elecciones, en este caso las de Euskadi. Con la celebración el próximo noviembre en Bilbao del XVI simposio de la renta básica a buen seguro que se profundizará este debate tan necesario en el que cada vez son más las personas que se muestran favorables. Las condiciones cada vez más precarias de gran parte de la población no estrictamente rica lo demandan. Es una cuestión de igualdad, pero también de libertad.
es un joven investigador vasco, miembro de la Red Renta Básica.
Candidato número dos por Guipúzcoa en la lista de Elkarrekin Podemos en
las próximas elecciones vascas. Es uno de los organizadores del XVI
simposio de la Renta Básica que se realizará los días 18 y 19 de
noviembre de 2016 en Bilbao.
www.sinpermiso.info, 18 de septiembre de 2016
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