dimarts, 23 d’abril del 2013

Resolución aprobada en la X Asamblea Nacional de ICV "Un nuevo modelo económico sostenible y estacionario"


VERSIÓN CASTELLANA DE LA RESOLUCIÓN 17

UN NUEVO MODELO ECONÓMICO SOSTENIBLE Y ESTACIONARIO

En los últimos dos años el grupo de ICV sobre decrecimiento ha impulsado reflexiones, debates y análisis que han servido para trabajar una propuesta de un nuevo modelo económico sostenible y estacionario.

Las conclusiones del trabajo son las siguientes:

Las tendencias políticas de fondo en el último año, a saber, el aumento de la participación ciudadana para la repolitización de la sociedad, la erosión de los grandes partidos y el crecimiento de los pequeños, el aumento de influencia del movimiento de los descontentos e indignados, tienen como causa que el sistema económico no es capaz de dar respuesta a las necesidades de la gente, por la incapacidad del capitalismo de ofrecer una salida a la crisis. El sistema es incapaz de prosperar sin incurrir en el agravamiento de los desequilibrios económicos o medioambientales existentes. La respuesta ha sido reforzar las políticas de austeridad y recortar derechos básicos de la ciudadanía. Los resultados del modelo aplicado son:

  • Fortísima acentuación de los desequilibrios de renta y riqueza entre el 1% que vive mejor que nunca y el 99% restante.
  • Destrucción de empleo muy intensa. La tasa de paro juvenil se acerca al 60%, a pesar de la reducción de la tasa de actividad. las perspectivas para los parados de más 50 años son las de no volver a trabajar nunca más. La combinación de paro y envejecimiento demográfico que se prevén conducen además, a poner en entredicho la sostenibilidad del sistema de pensiones.
  • El volumen de deuda pública y privada no ha dejado de crecer hasta llegar a cifras insostenibles, con intereses crecientes y una deuda en crecimiento exponencial que sólo se puede pagar en una economía en constante expansión, lo cual es imposible en un planeta finito, un oxímoron en sí mismo, porque no hay forma de devolver la deuda.

El desequilibrio ecológico del planeta es mayor que nunca. Todos los parámetros ambientales y de recursos naturales están en su punto más bajo. Los seres humanos constituyen un subsistema biótico dentro del planeta Tierra y no es difícil llegar a la conclusión que continuar defendiendo un modelo socioeconómico sustentado en el principio del crecimiento exponencial, sin respetar el equilibrio de la naturaleza, lleva a la autodestrucción colectiva.

El capitalismo ofrece dos caras en los últimos años: el sistema productivo por un lado y el financiero por otro, el casino especulativo, el del mal llamado "mercado", con un desequilibrio creciente en favor del segundo. Dentro del productivo, en vez de una diversificación, se ha producido una concentración en el mercado de bienes y servicios. Cada vez es menos mercado y cada vez más un conjunto de oligopolios. La entrada de España en el sistema del euro facilitó el endeudamiento privado hasta el 300% del PIB y la crisis ha hecho aumentar el público hasta el 90% del PIB. En total, un endeudamiento nacional de casi el 400% del PIB.

¿Tiene sentido mantener un sistema económico en el que el peso del sistema financiero y de las deudas crece muy por encima de la economía real, provocando una transferencia continua de rentas del trabajo y de riqueza a los que más tienen y obligando al mismo tiempo a una grave alteración del equilibrio natural de la tierra? Nosotros decimos que no.

¿No ha llegado la hora de parar máquinas y pensar si podemos vivir mejor bajo un modelo económico diferente? Nosotros decimos que sí.

Debemos aceptar que el crecimiento se ha hecho por la vía de consumir muchos más recursos físicos y energéticos de los que el planeta es capaz de regenerar y que lo que ahora toca es esforzarnos en detener este crecimiento, para entrar a continuación en una lógica de modelo económico estacionario evitando los desequilibrios.

En Cataluña, y también en el mundo occidental, hay suficiente riqueza y se puede generar suficiente renta y por tanto un consumo sostenible de recursos, como para que todo el mundo viva de una manera digna y próspera. Lo que hace falta es repartir lo que tenemos y generar bienes y servicios de una forma justa y duradera.

Debemos invertir las prioridades del modelo económico pasando a un modelo en el que la prioridad sea satisfacer las necesidades básicas y una vida digna para todos. Lo que exceda, debe servir para retribuir el esfuerzo de los más emprendedores y audaces en mejorar la condición colectiva, no el interés particular.

El modelo económico que proponemos estaría caracterizado por los siguientes principios:

1. Un nuevo modelo económico estacionario, sin crecimiento en consumo de bienes físicos o energéticos, siguiendo los principios de los sistemas existentes en la naturaleza.

2. Abandonar progresivamente el principio del lucro como motor prioritario de la producción económica , sustituyéndolo por el principio de la cooperación económica. Incrementar el sentimiento de colectividad y el trabajo por el bien común.

3. Diseñar un sistema económico basado en el consumo de bienes relacionales y de proximidad. Esto ahorrará una cantidad enorme de recursos, facilitando el crecimiento en términos de PIB y generando muchos puestos de trabajo locales , así como servicios ligados al Estado del Bienestar, la educación, la investigación y la innovación y la economía sostenible. No renunciamos a las inversiones ni al endeudamiento para financiarlas, pero tenemos que cambiar el concepto de invertir para gastar por el de invertir para ahorrar. Debemos potenciar la economía social y solidaria como agente catalizador de esta transformación. También debemos apoyar la creación de sistemas monetarios complementarios al euro que tengan como objetivo reforzar las economías locales y ayudar a solucionar las carencias de acceso a la financiación de las pymes, autónomos y familias.

4. Un sistema financiero en el que una banca privada bien regulada coexista con una potente banca pública, parapública y banca ética, centradas en la financiación del tejido productivo local, la innovación y el emprendimiento y no en las actividades especulativas o que dilapidan los recursos naturales.

5. Un sistema energético basado en la reducción del consumo, la eficiencia y las energías renovables.

6. Un cambio radical en la política fiscal que debe basarse en:


  • Un combate decidido contra el fraude fiscal. Es escandaloso lo que está pasando con las grandes empresas, SICAV, amnistías y paraísos fiscales.
  • Una fuerte tasación a los movimientos especulativos de capital, a las transacciones financieras y en general a todas las plusvalías generadas con la especulación.
  • Una igualación de los tipos fiscal para las rentas del trabajo, del capital y transmisiones patrimoniales. No puede ser que la mayor parte de nosotros paguemos el 25/35% de impuestos, entre IRPF e IVA, mientras que las grandes corporaciones internacionales tributen a un tipo medio del 5% de sus beneficios.
  • Una tributación especial a las empresas en régimen de monopolio público (autopistas, concesionarios de servicio, agua, energía, etc ..) para que reviertan sus extraordinarias ganancias.
  • Una tributación ambiental singular a las actividades que alteran el equilibrio natural. Implantación de un impuesto sobre el carbono para promover el ahorro energético y orientar el consumo y producción hacia patrones más sostenibles.
  • Serán necesarios acuerdos internacionales para implantar medidas aduaneras que eviten el dumping ambiental.

      Esta fiscalidad debe permitir converger con las sociedades socialmente más avanzadas en términos de bienestar y, particularmente, garantizando una educación pública y gratuita, una sanidad pública universal, un apoyo a la dependencia y un acceso a la vivienda dignas y un fuerte apoyo a la investigación y la innovación.

7. Conseguir una mejor distribución de la gran riqueza que ya tenemos para que nadie pase privaciones y pueda desarrollar su proyecto de vida.

8. Combatir el paro mediante la distribución del trabajo hoy tenemos ; generar puestos de trabajo en los yacimientos potenciales existentes: servicios ligados al Estado del Bienestar, educación, investigación e innovación y la economía sostenible.

9. Asegurar una renta básica universal para todos, a cambio de contraprestaciones para la comunidad que refuercen el Estado del Bienestar y la sostenibilidad. Esta renta será financiada con una nueva fiscalidad sobre las rentas y con el ahorro derivado de eliminar las prestaciones y subsidios existentes por debajo de esta RBU. La nueva fiscalidad combinada con la RBU garantiza una fiscalidad más progresiva que la actual que, en la práctica, resulta regresiva para las rentas más altas.

10. La combinación del reparto del trabajo, la renta básica universal, una nueva fiscalidad sobre la renta y el trabajo para la comunidad, permitirá eliminar rápidamente el desempleo y la pobreza. Aseguraremos que a pesar de la reducción del tiempo de trabajo mejorarán las retribuciones y las rentas bajas, que se reducirán las desigualdades y que se incrementarán los incentivos al esfuerzo individual y en favor del bien común.

Creemos firmemente en la importancia decisiva del trabajo como principal elemento integrador de las personas en la sociedad. Por ello, el papel de los sindicatos es esencial para garantizar que este nuevo modelo se combina con una defensa y mejora de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, tanto en las condiciones de trabajo como en sus retribuciones totales netas, que deben crecer para converger, en el reparto de las rentas, también con los países más avanzados.

La renta básica universal debe ser la evolución natural y eficiente en términos económicos de la propuesta de renta mínima garantizada, que defendemos como un paso intermedio a corto plazo para solucionar los problemas más graves derivados de la crisis.

También creemos que una mayor participación de los representantes de los trabajadores en las decisiones empresariales será un elemento clave para implementar de manera progresista este nuevo modelo

Conscientes de la necesidad de afrontar un debate en profundidad sobre el modelo económico alternativo para superar el sistema capitalista, con tiempo suficiente que no permite una resolución, acordamos:

- En el período posterior a la Asamblea Nacional abordar el debate, tanto a nivel interno como a nivel social y académico, de la necesidad de construir un modelo económico alternativo, teniendo presente todas las sensibilidades y analizando extensamente las virtudes e inconvenientes de todas las propuestas en el seno de ICV, con el objetivo de alcanzar una propuesta de consenso. Por ello será necesario también profundizar en la formación de toda la militancia en estos temas a debatir.

Viladecans, 21 de abril de 2013

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