Els documents configuren les línies bàsiques d’un model econòmic sostenible i basat en l'estat estacionari per donar una alternativa al model econòmic actual.
El model de creixement insostenible i il·limitat que ens ha abocat a la crisi econòmica mundial és també la causa de la crisi ambiental en la que estem immersos. Aquest és un model antieconòmic perquè ha deixat ja de ser positiu per a nosaltres. Els beneficis que d’ell n’obtenim no superen el perjudicis que ens comporta en forma de pèrdua irreversible d’espècies i de recursos naturals, de contaminació i degradació ecològica, de costos personals i de injustícia social.
Páginas
- Página principal
- Qui som
- Agenda
- Contactar
- Actuació comunitària
- Actuacions autonòmica i estatal
- Un nou ordre internacional
- Experiències
- Treball
- Enllaços d'interès
- Arguments i articles
- Cap a un nou model econòmic social, sostenible i estacionari (MESSE). Documents
- Debats del Forum i Xerrades "Iniciatives per al decreixement"
dimarts, 30 de setembre del 2014
Informe "Suficient es Suficient"
Enllacem dos informes, complert i resum, traduïts al castellà i publicats al Portal de Economía Solidaria que corresponen al
document "Enough is enough" elaborat per el Center for the Advancement of the Steady State Economy (CASSE) a la primera
Conferència sobre l'economia d'estat estacionari que va tenir lloc al juny de 2010 al Regne Unit.
Els documents configuren les línies bàsiques d’un model econòmic sostenible i basat en l'estat estacionari per donar una alternativa al model econòmic actual.
Els documents configuren les línies bàsiques d’un model econòmic sostenible i basat en l'estat estacionari per donar una alternativa al model econòmic actual.
¿Una renta básica europea?
Publicat a El Mundo
IDEAS ANTE LA CRISIS
¿Una renta básica europea?
Imagen del encuentro en Atenas.
"¿Debería el Estado facilitar una paga mínima incondicional a cada ciudadano?". Ésa será la pregunta a la que podrán responder en un par de años los suizos en un referéndum del que poco se ha hablado hasta ahora. Y ésa es también la cuestión de fondo que se están plateando ya en varios países europeos donde la Renta Básica
ha pasado de ser "una utopía del ayer a una propuesta para el futuro inmediato".
Le tomamos la palabra a Stanislas Jourdan uno de los participantes en la primera cumbre de Renta Básica Incondicional Europa (UBIE) que se ha celebrado este fin de semana en Atenas, al rebufo de lainiciativa ciudadana que logró reunir más de 300.000 firmas en 28 países hace apenas nueve meses.
En las cercanías del Partenón, en el Centro Cultural Melina Mercouri, ha resonado estos días la iniciativa de consulta popular ya en marcha en Suiza (Bernard Kundig) y también la incipiente propuesta en Grecia, encabezada por el eurodiputado del Partido Verde Nikos Chrysogelos.
A la llamada ateniense acudió el profesor de la Universidad de Londres Guy Standing, cofundador de BIEN (Basic Income Earth Network) y autor de libro-bandera de los tiempos que corren: "El Precariado: una nueva clase social" . Sostiene Standing que el "precariado" es esa nueva mayoría silenciosa golpeada por el desempleo, la incertidumbre laboral y el desmantelamiento del estado del bienestar. Asegura el académico británico que las políticas de austeridad han creado un callejón sin salida para millones de ciudadanos europeos, jóvenes y no tan jóvenes, condenados a vivir en precariedad.
En este contexto de desigualdad creciente y situaciones de exclusión social cada vez más patentes en los países europeos, se hace urgente y necesario pensar en otra forma de compartir y redistribuir los ingresos, que cada vez llegarán más del capital y de los mercados financieros. Y es ahí donde entra en juego la renta básica: un ingreso pagado incondicionalmente por el Estado como "derecho de ciudadanía".
"La renta básica es ante todo una cuestión de dignidad y libertad", intervino desde Barcelona el economista Lluís Torrens, invitado en la lejanía a la conferencia de Atenas. "Principalmente, la dignidad de los que están con mayor riesgo de exclusión social, que en España son los jóvenes y los mayores de 50 o 55 años, y también la mujeres y los mayores, que han sido golpeados duramente por la crisis. Y libertad, porque nadie se puede considerar libre si las condiciones materiales de sus existencia dependen de un mercado laboral que ha caído en manos del capitalismo neoliberal".
Según Torrens, profesor asociado de la Escuela Superior de Negocios Internacionales (Universitat Pompeu Fabra) y miembro de la Red de Renta Básica , las pensiones y los subsidios "condicionales" del Estado han logrado contener temporalmente la revuelta social, "pero ese colchón está desapareciendo progresivamente, y lo que es peor,la pobreza se extenderá de las familias desempleadas a sus parientes jubilados".
Datos preocupantes sobre España
Frente a los indicadores que hablan de la paulatina recuperación de la economía española, y pese a los problemas técnicos (su conferencia tuvo que al final ser leída "in situ" por un voluntario), Torrens puso datos preocupantes sobre la mesa: "España se ha convertido en el segundo país más desigual de Europa después de Letonia. Casi el 30% de la población está en riesgo de pobreza o de exclusión social. Según Intermon Oxfam, España podría tener 20 millones de pobres en el 2015".
Es precisamente en países como España y Grecia, duramente atacados por la crisis y el desempleo, donde el economista catalán ve más posibilidades a una iniciativa como la Renta Básica (RB). El propio Lluís Torrens, junto con Daniel Raventós y Jordi Arcarons ha demostrado la viabilidad de la RB en dos estudios para Cataluña y Guipuzcoa. A nivel estatal, asegura, la financiación de una renta básica universal (de 650 euros por cabeza) costaría menos de 50.000 millones de euros, o el 5% del Producto Interior Bruto.
"Existen grandes errores de cálculo entre los detractores e incluso entre los defensores de la renta básica", advierte Torrens. "Tampoco mucha gente entiende que una renta básica combinada con un tipo único sobre la renta es más progresivo que el actual sistema de tarifas marginales crecientes del IRPF".
En cualquier caso, la RB ha saltado a la agenda política de la mano de partidos como Podemos. "En el programa de dos candidatos alternativos a la secretaría general del PSOE ya estaba también incluida una propuesta, aunque no estoy seguro de que el PSOE quiera aceptarla mientras los grandes sindicatos no estén a favor", admite Torrens. "Ahora bien, si la izquierda alternativa avanza, podría haber un debate y empujar a los grandes partidos a mover ficha".
"La RB es perfectamente viable y además es mucho más racional y efectiva que el actual sistema de ayudas condicionadas", sostiene Torrens. "Las ayudas actuales pueden provocar la trampa de la pobreza: los beneficiarios prefieren seguir disfrutando de ellas que ponerse a trabajar, porque entonces pierden la ayuda y luego les cuesta mucho tiempo recuperarla... Y no es cierto que la RB fomente el parasitismo, más bien lo contrario: hay estudios que demuestran que sirve para empoderar a los trabajadores, para ayudar a emanciparse a los jóvenes y a las mujeres, para evitar la exclusión social y financiera".
"Con variantes más o menos disimuladas, la RB es ya una realidad en los países nórdicos, donde nadie se queda sin lo básico para sobrevivir", afirma Torrens, que insiste en la necesidad de una revisión a fondo del tiempo de trabajo para hincar el diente al grave problema del desempleo: "Paradójicamente, en España se trabajan muchas más horas que en los países con bajo paro. Si los españoles se repartieran las horas de trabajo de una manera similar a Holanda o Alemania, nuestro paro sería similar al suyo".
"La Renta Básica permitiría avanzar al mismo tiempo hacia un mejor reparto del trabajo", concluye el profesor de Universitat Pompeu Fabra. "Lograríamos crear empleo sin incrementar costes, y las rentas más bajas y medias saldrían ganando (la reducción del salario total se vería sobrecompensada con la RB). No es la cuadratura del círculo, porque habría problemas para su aplicación, pero creo realmente que se le parece... La Renta Básica sería un colchón de seguridad y podría contriburir a producir un verdadero cambio en las relaciones laborales en nuestro país".
dilluns, 29 de setembre del 2014
Publicat a El Diario del Norte / Euskadi
"El fin del capitalismo no es el fin del mundo"
Antonio Turiel, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lleva a la ponencia de energía del Parlamento vasco su discurso sobre "la imposibilidad física" de continuar a este ritmo actual de consumo.
"El nivel de conocimiento adquirido y la técnica desarrollada por la sociedad servirá para dotar a la civilización de un modelo económico diferente con una calidad de vida que no tiene porque ser inferior a la actual".
"Las renovables nos van a dar energía pero hay que pensar en sistemas diferentes para su aprovechamiento que se podían conseguir si dejásemos de estar obsesionados con el crecimiento económico".
Natalia González de Uriarte
28/09/2014 - Vitoria-Gasteiz
Antonio Turiel, para algunos, un visionario, para otros, un catastrofista, se presenta como lo que es, un científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Y en calidad de hombre de ciencias, con datos en una mano y una ardua investigación labrada durante quince años en la otra, interviene en la ponencia de energía del Parlamento vasco. Está convencido, y así se lo trasladará a los parlamentarios, de que "es físicamente imposible continuar con el actual ritmo de consumo". Pese a la delicada situación que dibuja, Turiel es optimista. Cree el nivel de conocimiento adquirido y la técnica desarrollada por la sociedad actual servirá para dotar a la civilización de un modelo diferente con una calidad de vida que no tiene porque ser inferior a la actual. "El fin del capitalismo no es el fin del mundo" advierte.
28/09/2014 - Vitoria-Gasteiz
Antonio Turiel, para algunos, un visionario, para otros, un catastrofista, se presenta como lo que es, un científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Y en calidad de hombre de ciencias, con datos en una mano y una ardua investigación labrada durante quince años en la otra, interviene en la ponencia de energía del Parlamento vasco. Está convencido, y así se lo trasladará a los parlamentarios, de que "es físicamente imposible continuar con el actual ritmo de consumo". Pese a la delicada situación que dibuja, Turiel es optimista. Cree el nivel de conocimiento adquirido y la técnica desarrollada por la sociedad actual servirá para dotar a la civilización de un modelo diferente con una calidad de vida que no tiene porque ser inferior a la actual. "El fin del capitalismo no es el fin del mundo" advierte.
Participa en la ponencia de energía en el Parlamento vasco. La mayoría de los parlamentarios, a juzgar por las premisas que defienden, relacionan la recuperación económica con el crecimiento. Ese crecimiento conlleva incremento del consumo que a su vez lleva aparejado el incremento del consumo energético y usted -contrario a esos postulados- pretende desmontarles su discurso. No se va a tomar muy bien que les diga que hay que dejar de crecer, ¿no cree?
Ja, ja. Bueno, realmente lo que les voy a decir es bastante peor que eso. Yo soy científico y mis posiciones sobre estos temas son de tipo lógico, no ideológico. No quiero convencer a nadie desde ese punto de vista. Les mostraré los datos para que sean conscientes de una clara evidencia: que hay una imposibilidad física de continuar con el actual consumo de energía. No existe ninguna evidencia de que se pueda conseguir crecimiento económico sin aumentar el consumo energético. Nuestra disponibilidad de energía por fuerza va a disminuir -cosa que ya está pasando- y para conseguir el crecimiento hace falta aumentar el consumo de energía y al revés; si disminuimos el consumo de energía vamos a entrar en una situación de decrecimiento forzado. Mi conclusión es que en esa situación de decrecimiento forzado no podemos seguir de manera permanente. Puede haber fases de pequeña de recuperación como parece que es en la que estamos entrando ahora pero siempre serán seguidas por fases de decrecimiento muchos más fuertes. En realidad el tema del ahorro y la eficiencia no conducen a nada en un sistema productivista. La solución al problema pasa por rediseñar el modelo económico. Nadie piensa en salirse del paradigma económico, en salirse en un sistema de crecimiento del capital , que tiene derecho a una retribución por el hecho de existir. Pero insisto, eso es físicamente imposible. No hay energía para propulsar esto. Debemos adaptarnos a esta realidad física que puede volverse bastante dura en unos años.
Mal lo pinta, ¿estamos rozando el límite de las fuentes de energía?
Sí. La situación del sector petrolero es bastante inquietante, por ejemplo. Las empresas, para mantener proyectos ruinosos como las arenas bituminosas del Canadá o como la extracción de gas mediante fracking en EEUU, básicamente se están arruinando. Esto, más pronto que tarde va a explotar, es una burbuja de dimensiones globales y va a causar muchos problemas. Yo soy científico, no predicador. Trabajo con datos. Pero todos bebemos de las mismas fuentes de datos. Luego es cuestión de interpretarlos. Si el resto entiende al analizarlos que no es correcto lo que expongo, me pueden rebatir. El primer paso es el diagnóstico correcto de lo que está pasando y yo creo, después de 15 años de investigaciones, que el mío es certero.
Ante esta situación y con el objetivo de esquivar esa dependencia energética del exterior, son muchos en Euskadi los que tienen los ojos puestos en el fracking. Pero el rechazo social hacia esta técnica de extracción de gas ha llegado al Parlamento. Las plataformas contrarias a la factura hidráulica han recogido mas de 100.000 firmas para que se prohíba. El Gobierno vasco defiende que se investigue su uso. ¿Aquí se pueden dar unas condiciones diferentes que hagan rentable e inocuo el fracking?
No soy geólogo pero no parece que haya nada en el subsuelo del País vasco particularmente óptimo en las formaciones geológicas de aquí. De hecho existen condicionantes sobre el terreno que indican que es peor , ya que estamos hablando de zonas que están más habitadas que los lugares que se están explotando en EEUU. Allí se hace en Dakota del Norte, Montana, Tejas ... zonas ampliamente despobladas. Luego hay problemas logísticos. Como las extracciones de fracking duran muy poco tiempo, no se construyen gaseoductos para transportarlo. Los pozos tiene una vida media muy corta. En el primer año de explotación produce entre el 75 y 80% de todo lo que producirá en su vida. En el caso de EEUU muchos estudios oficiales, no de sectores mas críticos, muestran que el fenómeno no va a durar más de dos o cinco años más. No se hace inversión en infraestructura porque no se rentabilizaría y se transporta todo con camiones con una impacto sobre el territorio muy fuerte. Es maquinaria pesada, con productos químicos y riesgos de accidente. En cuanto al impacto ambiental. No está suficientemente estudiado porque no tenemos un registro muy largo de este tipo de actividades, No tenemos décadas de experiencia para ver cuál es el impacto a largo plazo por el escape de tóxicos. Sin embargo por lo ocurrido en explotaciones más convencionales, el el 50% de los encofrados de un pozo típico de gas pierde su integridad estructural en un periodo de unos cinco años, las filtraciones pueden se significativas. Por el principio de precaución uno no debería lanzarse a perforar sin estar seguro del impacto ambiental.
¿Algún otro inconveniente que apuntar sobre la fractura hidraúlica?
La cuestión ambiental no es un aspecto del que yo me ocupo, sí me preocupa pero no es de la que más me ocupo porque ya desde el punto de vista económico y financiero no está nada claro que este sea un negocio económico y de rentabilidad. Informe del pasado julio del Departamento de energía de EEUU que demuestra que las 127 empresas más grandes del mundo dedicadas a extraer petróleo y gas tiene un desfase contable nada más y nada menos 110.000 millones de dólares. El petróleo y gas que venden no compensa con lo que esos gastan. Ese agujero lo compensan vendiendo a activos a empresas más pequeñas o endeudánose más. Es una burbuja de deuda monstruosa que va a acabar reventando. Es un tema muy serio.
Yo expongo los datos y los que tiene que construir un modelo alternativo no somos los científicos sino los que han asumido la responsabilidad de representar y servir al ciudadano, los políticos.
¿Nos salvaran entonces las energías renovables?
El problema de las renovables, y es algo que muchas veces no se tiene en cuenta, es que también tiene límites.,La energía puede ser renovable pero los sistemas que usamos para su captación no lo son. Pongamos como ejemplo un molino de viento. Los más pequeños tiene mástiles de ochenta metros y aspas de cuarenta metros de largo. Todo esto se sostiene con hormigón que se hace con cemento, obtenido en las fábricas cementeras quemando gas natural; para reforzar el acero se utiliza carbón de coque; los minerales se extraen de minas utilizan compresores que funcionan con diésel, se transportan con camiones que funcionan con diésel, grúas para levantarlos que van con diésel...hay un consumo muy elevado de energías fósiles sin el cual sería muy difícil montar estas estructuras. Por otra parte ni su rendimiento económico ni energético es bueno especialmente en el caso de la fotovoltaica- en la eólica es mejor-. No es que no proporcione más energía que la que tú consumes pero tiene que proporcionar una cantidad muchos mayor para poder abastecer a una sociedad que se alimentase solo de ellas.
Además estos sistemas están planteados para producir electricidad y en España la electricidad es solo el 20% de toda la energía que se consume. No puedes utilizarlo para poner en marcha una acería, cómo se eleva su temperatura a esos niveles tanaltos solo con electricidad o cómo vamos a conseguir hacer maquinaria pesada eléctrica. La mayoría de los usos energéticos de nuestra sociedad no son electrificables o no son fácilmente electrificables. Estamos en un sistema que impone más y más energía y esto no puede continuar por siempre jamás. Ya hemos llegado o estamos muy cerca de los límites de lo máximo que podemos consumir. No queda más remedio que dar marcha atrás porque el planeta no da para más, no nos puede proporcionar más recursos para seguir en la dirección en la que vamos y tampoco puede absorber todo el impacto ambiental que creamos.
¿Es en este punto del discurso cuando le empiezan a tachar de catastrofista y le reprochan que quiera remontarse al mundo de las cavernas?
Es muy difícil convencer a la gente que no se quiere dejar convencer y el discurso de la descalificación es muy habitual y la falacia de las cavernas es la respuesta típica a mi exposición. Pero yo no propongo eso. Este sistema existe desde hace 200 años. Si volvemos al año 1.800 recordaremos que no vivían en las cavernas. Tenemos que aprovechar el conocimiento y la técnica que hemos desarrollado para dotarnos de un modelo diferente que nos proporcione una calidad de vida que no tiene porque ser inferior a la actual. Sí requiere cambios de estructuras importantes como por ejemplo, todos no podremos tener coche; tendríamos que compartir servicios simples pero no es necesario hacer un retroceso mucho más atrás porque tenemos mucho conocimiento y mucha técnica adquirida. Las renovables nos van a dar energía pero hay que pensar en sistemas diferentes de su aprovechamiento que se podían conseguir si dejásemos de estar obsesionados con el crecimiento económico. Lo que es triste es que hemos llegado a un punto que de tanto llegar a repetirlo a la gente le cuesta mucho más concebir el fin del capitalismo, que el fin del mundo e incluso hay gente que lo identifica. Pero el capitalismo no es el fin del mundo. Se pueden hacer adaptaciones y llegar a un modelo diferente.
¿Hay sectores que ya están en ello?
Mucha gente está trabajando ya en estos modelos económicos alternativos, la economía ecológica o los modelos de económicos de estado estacionario. Su concepción es completamente diferente. No están orientados hacia la producción y el consumo sino que están orientado a satisfacer unas necesidades básicas y garantizar unos mínimos a las personas. Pero no está en compromiso con las propiedad privada ni con aquel que tenga más capacidad de medrar. Es simple. Se trata de no favorecer el consumo por el consumo porque además de que es insostenible crea muchas desigualdades de distribución de renta que son crecientes.
Hay a que hacer pedagogía y explicar que simplemente es inevitable. Y no nos queda otra que aceptarlo. Darnos cuenta de que ésto es así. Pongámonos ya de acuerdo en el diagnóstico. Discutimos sobre ello y encontramos una solución de consenso. Y déjenme de tachar de catastrofista porque es al contrario. Soy optimista. Si me tomo la molestia de explicar todo esto es porque creo que discutiendo, encontrando los errores de mi razonamiento y evidenciando los errores de la parte contraria podemos entre todos construir la alternativa que necesitamos.
¿Ve maduro al ciudadano para afrontar esa reflexión cuando, por ejemplo, aquí en España, la primera preocupación es el empleo y no las necesidades que usted apunta?
Esto es perfectamente comprensible. Pero da igual como nos pongamos que ese empeño en mantener lo que llevamos haciendo 200 años no se va a dar, no va a pasar porque hay una imposibilidad física de que suceda. Negarnos a comprender las raíces del problema nos aboca a agravarlo y crear más desigualdades sociales, a degradar más la clase media. Si no hacemos nada tendremos una gran masa social destruida y el sistema se parecerá cada vez más a un sistema feudal. Unos grandes señores con grandes privilegios y una gran masa desposeída. Hay que reaccionar y el primer paso, insisto, es ponernos todos de acuerdo. Pero por un principio de precaución hay que empezar a tomar medidas adaptativas a una situación que no tiene ningún viso de mejorar. Llevo siguiendo este problema quince años y lo que está pasando es lo que yo intuía que iba a pasar y llevo escribiendo más de cinco sobre la imposibilidad de salir de esta crisis con los mismo métodos. Pero el problema no se arregla a nivel de gente de la calle. Es transversal y es importante que las instituciones escuchen, como en este caso el Parlamento vasco, que siendo conocedor de mi trayectoria quiere, como mínimo, que mi voz se a escuchada. En Cataluña asesoro a varios partidos políticos en temas relacionados con la energía y de todo espectro e ideología. Yo expongo los datos y los que tiene que construir un modelo alternativo no somos los científicos sino los que han asumido la responsabilidad de representar y servir al ciudadano, los políticos.
dissabte, 27 de setembre del 2014
¿Por qué los economistas no entienden esta crisis económica? Diez razones
Publicat al bloc Camino a Gaia
jueves, 4 de septiembre de 2014
La teoría del mercado actualmente dominante valora principalmente las
preferencias humanas y no tiene en cuenta los costes físicos y
ecológicos ni sus límites. En realidad, es la ecología, la ciencia que
parte de principios termodinámicos bien fundamentados, y no de la fe o
la confianza en un modelo económico, la que mejor entiende el problema
de los límites. De forma muy resumida, se podría decir que la incapacidad de los economistas para entender esta crisis económica, se debe a la dificultad para aceptar los límites físicos en la extracción de recursos, renovables o no, y las consecuencias de la actividad económica sobre la biosfera. Negando o minusvalorando esta interacción no aceptan ni entienden el impacto de estos límites sobre la economía global. Puede el lector dar un paseo por los blogs y publicaciones de economía mas representativos del actual capitalismo globalizado para valorar el numero de artículos y su influencia, sobre temas tales como el pico del petróleo o el descenso de la biodiversidad. Las visiones mas críticas avisan del impacto de la economía sobre la biosfera o el cambio climático, pero no tanto del impacto de estas transformaciones sobre la economía. En buena parte, eso se ha debido a que los beneficiarios de estos impactos en la biosfera han sido los países ricos, que son a su vez los que proveen de economistas al mundo, mientras que los daños o externalidades, han caído sobre los países pobres. También puede deberse a una visión antropocéntrica según la cual las leyes de la naturaleza se someten a las leyes de los hombres, negando la realidad. ¿Pero cuales son las leyes de la economía? Resulta que son bastante cambiantes y diferentes para los diferentes modelos productivos. Se podría decir que son objetivas mientras funcionan. Así, la presunción de un crecimiento económico infinito sobre un planeta y recursos finitos, puede funcionar mientras no se alcanzan los límites del sistema. Llegamos así a la primera de las obviedades. 1.- Patrones históricos: Es habitual en los análisis económicos, tomar como referencia patrones históricos. Pero nos encontramos en una situación que no tiene antecedentes en la historia de la humanidad, la validez de tales análisis resulta por tanto bastante dudosa. Tomar entonces como referente las leyes de la Física que rigen en los límites de un sistema, parece lo mas sensato para establecer los marcos de lo posible. 2.- Sustitución de recursos agotados: Según la teoría de mercado no hay problema con el agotamiento de recursos, porque cuando un recurso se agota, el mercado siempre encuentra un sustituto. Y en cierta medida eso es cierto, el petróleo es perfectamente sustituible, de hecho buena parte del petróleo actual es sintético, pero lo que no puede sustituirse por otra cosa es la energía. Y precisamente lo que están fallando son las fuentes de energía. El concepto de fuente de energía está ligado al de Tasa de Retorno Energético (TRE). Así cuando la energía obtenida de una fuente, por ejemplo los biocombustibles, es igual o menor que la empleada para obtenerlo, la fuente deja de serlo y obtenemos un sumidero de energía. En cuanto a la sustitución de los servicios prestados por la biosfera y su biodiversidad, la economía de mercado no puede sustituirlos y se limita a destruirlos o agotarlos. La tecnología no puede sustituir a la vida. La disminución del capital natural y su degradación a escala planetaria se encuentran en su punto mas alto, justo cuando mas los necesitamos. 3.- Trabajo y Energía. Los esclavos energéticos: En economía solo se considera como trabajo la energía invertida por el ser humano. Sin embargo, desde el punto de vista físico, el trabajo humano es de la misma naturaleza que el trabajo realizado por una máquina o un animal. De hecho, y de la misma manera que se usa el caballo de vapor (CV) como unidad de potencia equivalente a la proporcionada por estos animales de tiro, también podemos recurrir al concepto de esclavo energético como la potencia equivalente a la desarrollada por un ser humano bien musculado y alimentado. Según la visión de la economía neoclásica el trabajo es, junto con el capital y la tierra, uno de los tres factores de producción. Lo que diferencia al análisis físico del económico, es que desde un análisis físico podemos visualizar el grado de dependencia de nuestro modelo económico de los combustibles fósiles y la dificultad o imposibilidad de este modelo, para generar una transición a un nuevo modelo evitando el colapso. Así, en un país como España, disponemos de unos 40 esclavos energéticos por habitante, que trabajan para nosotros 24 horas al día, que pasarían a ser 120 si nos acercamos a la capacidad real de un ser humano y solo lo hicieran 8 horas diarias los 365 días del año. En EEUU serían 360 esclavos por habitante, trabajando 8 horas diarias durante todos los días del año. 4.- El pico del petróleo: La mayor parte de los economistas olvidan la ley de los rendimientos decrecientes cuando de petróleo se trata. Algunos piensan que el factor limitante es la cantidad de petróleo que existe bajo el subsuelo, pero esto no es así. El petróleo no se acabará nunca, pero dejará de ser una fuente de energía cuando la energía empleada para obtenerlo sea igual o mayor a la energía destinada para producirlo. Por otro lado, tampoco podemos extraerlo siempre al ritmo que deseemos. Pero los problemas comienzan cuando la oferta no puede satisfacer a la demanda. Prueba de ello fueron las crisis del petróleo de los años 70. Pero ahora enfrentamos la misma crisis a escala global y nuestro problema es que no disponemos de otro planeta para proceder a su expolio. 5.- Eficiencia y TRE (Tasa de Retorno Energético): Los economistas conocen bien el concepto de eficiencia. Sin embargo el concepto y las implicaciones del concepto de Tasa de Retorno Energético, TRE, con frecuencia se les escapa. Lo sorprendente es que la TRE, es un concepto muy sencillo. Toda sociedad necesita de energía para la producción de los bienes necesarios para su existencia. Pero también necesita energía para obtener esa energía. Aplicamos el concepto de eficiencia en los procesos de producción y consumo. La eficiencia de cualquier proceso tiene un límite y se mide en tantos por cien. Sin embargo, la TRE resulta del cociente de dividir la energía obtenida por la energía empleada para su obtención. Esta energía empleada es la que corresponde a la suma de todos los procesos implicados, desde las prospecciones, extracción, transporte, procesado, distribución, comercialización y venta. Los modelos económicos estandar no hacen tales distinciones, por lo que a los economistas les resulta difícil valorar, con las herramientas obtenidas en su plan de estudios, las consecuencias que tiene la crisis energética en la economía. 6.- La paradoja de Jevons: La paradoja de Jevons dice formalmente que aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Dicho en otras palabras, en un sistema en crecimiento, los esfuerzos en la eficiencia terminan invertidos en crecimiento, con lo que a la larga obtenemos un mayor consumo y no un mayor ahorro. Por tanto, las propuestas de eficiencia que no cuestionan el crecimiento económico, terminan provocando paradójicamente un mayor consumo de recursos. Jevons descubrió este principio a partir de la observación empírica. 7.- La necesidad de crecer: Todos los economistas de los modelos estandar coinciden en la necesidad de crecimiento para poder mantener el actual modelo económico. Existe, sin embargo, una fuerte correlación entre PIB y consumo de energía y podemos decir que el crecimiento económico necesita, de un consumo creciente de energía. La llegada del pico del petróleo supone que la fuente de energía mas importante de nuestra sociedad ya no puede obtenerse de forma creciente. Además, tras un periodo de estancamiento de la producción comenzará el declive acelerado de dicha producción. Los esfuerzos en eficiencia tienen, como hemos visto, un efecto parcial y a corto plazo. Por lo que el declive energético lleva a un decrecimiento económico global inexorable. 8.- Factores de producción. ¿Tecnología sin energía?: Los recursos que se emplean para producir bienes y servicios constituyen el capital. En la economía moderna se considera la tecnología como un factor de producción especialmente relevante en que la maquinaria proporciona la fuerza en la producción mecanizada y tecnificada. ¡Un momento! ¿Hemos dicho la fuerza? No podemos exigir a un economista que sea experto en Física pero sí que tenga al menos unas nociones básicas. Quitemos las baterías a nuestros dispositivos móviles y demás aparatos, cortemos el fluido eléctrico y cerremos las gasolineras. Veamos qué producción obtenemos. Pensemos por un momento en el valor de todo nuestro capital tecnológico sin la energía necesaria para hacerlo funcionar. No solo eso, pensemos en que cada maquinaria está diseñada para aprovechar un determinado tipo de energía. Cambiar de modelo, aún disponiendo de la energía suficiente sería muy costoso. Estamos obsesionados con el coche eléctrico. Pero ¿tendremos también tractores eléctricos en la agricultura o maquinaria pesada a tracción eléctrica? 9.- Desigualdad y crisis energética. El planeta es un sistema cerrado: Con frecuencia, los análisis económicos parten de un solo país, o de unos pocos países. Sin embargo, en un sistema globalizado y en una crisis que tiene repercusiones globales, las relaciones entre energía y economía aparecen mas nítidas a escala global. La destrucción de la demanda causada por el declive de la producción de crudo afecta en mayor medida a aquellos países mas dependientes del mismo en su mix energético. Las políticas de austeridad están provocando una fractura social en los países en crisis, con un crecimiento de las desigualdades económicas y la exclusión social. Hemos de tener en cuenta que en un sistema cerrado no hay intercambio de materiales con el exterior y los costos medioambientales no pueden ser evitados mediante externalidades. 10.- Desinformación y mercado: endogamia ideológica: Una de las condiciones que exigen muchos modelos de mercado es que no haya problemas con la información. Pero la concentración de poder económico en pocas manos ha llevado al control de los medios de comunicación por parte las grandes corporaciones. Tenemos una gran abundancia de información pero su calidad es mas que cuestionable, marcada por un protagonismo de la publicidad que, desde luego, no se limita a informar objetivamente al consumidor. La información mas veraz va quedando a disposición de quienes puedan pagarla, lo que no garantiza que se interesen por aquello que no desean saber. Esto parece contradecir la experiencia de información gratuita, a través sobre todo de internet. Pero esa gratuidad no existe, los costos están sostenidos en última instancia por la publicidad. A su vez esta publicidad está sostenida por su rentabilidad e influencia sobre el consumidor. Esto genera un bucle que excluye o debilita la información que cuestione o perjudique a corto plazo el modelo de mercado, mientras que potencia y selecciona aquella información que lo refuerza. Resulta difícil, por ejemplo, que un periódico publique artículos que avisen de la llegada del pico del petróleo, cuando se financia en buena medida a través de anuncios de automóviles.
CONCLUSIONES
Lo que hace que el colapso sea inevitable es que no hagamos nada por
evitarlo. Alguien dijo que todos sabemos muchas cosas, pero sabemos
cosas diferentes. Es evidente que quienes mejor conocen nuestro modelo
económico son los economistas y los que mejor conocen la realidad del
mundo físico sean los físicos, o los que estudian otras ciencias como la
ecología. Es necesario un dialogo que compense a todos de lo que falta
en los planes de estudio. El apremio desde el punto de vista físico
viene dado por la necesidad de que la humanidad se una en un frente
común ante a un problema de límites físicos. En mi humilde opinión, es
la única forma de evitar que la sociedad se descomponga y degrade,
buscando en el otro la causa de sus males. Y así termine, agonizando en
un caos de conflictos armados y sociales y de degradación mediombiental,
en un viaje a ninguna parte. Sin embargo, no podemos cambiar de vía sin bajarnos del tren.
Dejar que las leyes del mercado regulen la destrucción de la demanda es
como dejar que las leyes de flotación regulen el naufragio.Publicado en ssociólogos |
divendres, 26 de setembre del 2014
El alto coste de la carne barata
Article publicat a El País
O cambiamos las prácticas de la gran industria ganadera o pagaremos las consecuencias de su impacto medioambiental
La producción ganadera a gran escala es un elemento crucial de la
industrialización agrícola. Su incontenible expansión produce cambio
climático, deforestación, pérdida de biodiversidad y violaciones de los
derechos humanos. Todo para satisfacer el insalubre apetito de carne
barata de las sociedades occidentales.
Europa y Estados Unidos fueron los mayores consumidores de carne del siglo XX, con un gasto anual promedio de entre 60 y 90 kilogramos por persona: mucho más de lo necesario para satisfacer las necesidades nutricionales de los seres humanos. Si bien las tasas de consumo en Occidente han dejado de crecer, e incluso están disminuyendo en algunas regiones, todavía son mucho más altas que en la mayor parte del resto del planeta.
Entretanto, en las economías emergentes (especialmente el grupo denominado BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) las nuevas clases medias adoptan dietas cada vez más parecidas a las de sus pares en los países ricos. En las décadas venideras, conforme sus ingresos sigan elevándose, se producirá un consiguiente aumento de la demanda de carne y productos lácteos.
Para satisfacer esta demanda, las empresas agroindustriales intentarán elevar la producción anual de carne desde los 300 millones de toneladas actuales hasta 480 millones de toneladas en 2050, lo que generará serios problemas sociales y presiones ecológicas en casi todas las etapas de la cadena de valor (suministro de forraje, producción, procesamiento y venta minorista).
Uno de los principales problemas de la producción ganadera a escala industrial es que provoca grandes emisiones de gases de efecto invernadero, y no sólo porque los procesos digestivos de los rumiantes generan metano. Los desechos de los animales, junto con los fertilizantes y pesticidas usados para producir forraje, también generan óxidos de nitrógeno en grandes cantidades.
De hecho, desde la producción de forraje en adelante, el modelo industrial implica deforestación y grandes cambios en el uso de la tierra. En la actualidad, alrededor de un tercio de la superficie agrícola se usa para producción de forraje; y el porcentaje total destinado a la producción ganadera, incluida la pastura, asciende a alrededor del 70%.
Un mayor consumo de carne supone casi el doble de producción de habas de soja (solamente), lo que implica un aumento proporcional del uso de bienes consumibles como tierra, fertilizantes, pesticidas y agua. Al dedicarse una cada vez mayor proporción de los cultivos a alimentar el ganado, los precios de los alimentos y de la tierra tenderán a crecer, lo que dificultará cada vez más la satisfacción de las necesidades nutricionales básicas de los pobres de todo el mundo.
Para colmo de males, el abandono de los sistemas de cría de ganado autóctonos o de uso mixto y la adopción del modo de producción a gran escala ponen en peligro los medios de vida de las poblaciones rurales, especialmente en los países en desarrollo. Los ganaderos nómadas, pequeños productores y agricultores independientes no pueden competir contra precios minoristas bajos, que no representan los verdaderos costos ambientales y sanitarios de la industria. Y el sistema ganadero industrial, con sus bajos salarios y deficientes estándares sanitarios y de seguridad, no ofrece una buena alternativa de empleo.
Finalmente está el impacto sanitario de la producción ganadera industrial. Para empezar, un consumo excesivo de carne y productos lácteos contribuye a la aparición de problemas de salud nutricionales como obesidad y enfermedades cardiovasculares. Además, mantener grandes concentraciones de animales en espacios confinados facilita la proliferación de enfermedades infecciosas que pueden transmitirse a los seres humanos, por ejemplo la gripe aviar. Y las medidas empleadas para mitigar este riesgo, como la administración de dosis bajas de antibióticos para prevenir enfermedades en los animales y promover su crecimiento, están creando una crisis de salud pública al aumentar la resistencia de los microbios a los fármacos.
Si a esto le añadimos las espantosas condiciones que padecen los animales, debido a la resistencia de la industria a aplicar estándares razonables de bienestar animal, bien podríamos preguntarnos cómo pudo la industria crecer hasta su tamaño actual. La respuesta está en su poder oligopólico, que permite a los productores industriales externalizar sus verdaderos costos sociales y ambientales, que luego deberán cubrir los trabajadores y los contribuyentes.
La realidad es que hay otros modos de satisfacer la necesidad mundial de carne y productos lácteos. En la Unión Europea, bastaría cambiar dos elementos clave de la Política Agrícola Común para reducir drásticamente las distorsiones del sistema de producción. Implementar estos cambios enviaría una señal clara de que los funcionarios europeos toman los deseos de los consumidores en serio.
El primer cambio es prohibir la importación de forraje transgénico y exigir que los agricultores produzcan al menos la mitad del forraje en sus propios establecimientos agrícolas. Un conjunto claro de normas sobre el origen del forraje eliminaría los desequilibrios internacionales en materia de nutrientes y disminuiría el poder de corporaciones agrobiotecnológicas multinacionales como Monsanto. Además, se evitaría el transporte a grandes distancias de purines y estiércol, que los agricultores podrían usar en sus propios establecimientos como fertilizante para producir forraje.
En segundo lugar, debe prohibirse la administración innecesaria de antibióticos en los sistemas de provisión de alimento y agua. Esto obligaría a los agricultores a tratar individualmente a los animales enfermos, según el diagnóstico veterinario.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos puede prohibir el uso no terapéutico de antibióticos. Y el Departamento de Agricultura puede usar sus programas de apoyo para facilitar la ganadería a campo abierto y así alentar métodos de producción de carne más sostenibles.
Pero estas acciones, aunque importantes, sólo serían el principio. El crecimiento de las clases medias de las economías emergentes nos obliga a reconocer que los modelos actuales de producción y consumo de carne en Occidente son insostenibles. Ya es tiempo de crear un sistema que respete nuestros límites ecológicos, sociales y éticos.
Europa y Estados Unidos fueron los mayores consumidores de carne del siglo XX, con un gasto anual promedio de entre 60 y 90 kilogramos por persona: mucho más de lo necesario para satisfacer las necesidades nutricionales de los seres humanos. Si bien las tasas de consumo en Occidente han dejado de crecer, e incluso están disminuyendo en algunas regiones, todavía son mucho más altas que en la mayor parte del resto del planeta.
Entretanto, en las economías emergentes (especialmente el grupo denominado BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) las nuevas clases medias adoptan dietas cada vez más parecidas a las de sus pares en los países ricos. En las décadas venideras, conforme sus ingresos sigan elevándose, se producirá un consiguiente aumento de la demanda de carne y productos lácteos.
Para satisfacer esta demanda, las empresas agroindustriales intentarán elevar la producción anual de carne desde los 300 millones de toneladas actuales hasta 480 millones de toneladas en 2050, lo que generará serios problemas sociales y presiones ecológicas en casi todas las etapas de la cadena de valor (suministro de forraje, producción, procesamiento y venta minorista).
Uno de los principales problemas de la producción ganadera a escala industrial es que provoca grandes emisiones de gases de efecto invernadero, y no sólo porque los procesos digestivos de los rumiantes generan metano. Los desechos de los animales, junto con los fertilizantes y pesticidas usados para producir forraje, también generan óxidos de nitrógeno en grandes cantidades.
De hecho, desde la producción de forraje en adelante, el modelo industrial implica deforestación y grandes cambios en el uso de la tierra. En la actualidad, alrededor de un tercio de la superficie agrícola se usa para producción de forraje; y el porcentaje total destinado a la producción ganadera, incluida la pastura, asciende a alrededor del 70%.
Un mayor consumo de carne supone casi el doble de producción de habas de soja (solamente), lo que implica un aumento proporcional del uso de bienes consumibles como tierra, fertilizantes, pesticidas y agua. Al dedicarse una cada vez mayor proporción de los cultivos a alimentar el ganado, los precios de los alimentos y de la tierra tenderán a crecer, lo que dificultará cada vez más la satisfacción de las necesidades nutricionales básicas de los pobres de todo el mundo.
Para colmo de males, el abandono de los sistemas de cría de ganado autóctonos o de uso mixto y la adopción del modo de producción a gran escala ponen en peligro los medios de vida de las poblaciones rurales, especialmente en los países en desarrollo. Los ganaderos nómadas, pequeños productores y agricultores independientes no pueden competir contra precios minoristas bajos, que no representan los verdaderos costos ambientales y sanitarios de la industria. Y el sistema ganadero industrial, con sus bajos salarios y deficientes estándares sanitarios y de seguridad, no ofrece una buena alternativa de empleo.
Finalmente está el impacto sanitario de la producción ganadera industrial. Para empezar, un consumo excesivo de carne y productos lácteos contribuye a la aparición de problemas de salud nutricionales como obesidad y enfermedades cardiovasculares. Además, mantener grandes concentraciones de animales en espacios confinados facilita la proliferación de enfermedades infecciosas que pueden transmitirse a los seres humanos, por ejemplo la gripe aviar. Y las medidas empleadas para mitigar este riesgo, como la administración de dosis bajas de antibióticos para prevenir enfermedades en los animales y promover su crecimiento, están creando una crisis de salud pública al aumentar la resistencia de los microbios a los fármacos.
Si a esto le añadimos las espantosas condiciones que padecen los animales, debido a la resistencia de la industria a aplicar estándares razonables de bienestar animal, bien podríamos preguntarnos cómo pudo la industria crecer hasta su tamaño actual. La respuesta está en su poder oligopólico, que permite a los productores industriales externalizar sus verdaderos costos sociales y ambientales, que luego deberán cubrir los trabajadores y los contribuyentes.
La realidad es que hay otros modos de satisfacer la necesidad mundial de carne y productos lácteos. En la Unión Europea, bastaría cambiar dos elementos clave de la Política Agrícola Común para reducir drásticamente las distorsiones del sistema de producción. Implementar estos cambios enviaría una señal clara de que los funcionarios europeos toman los deseos de los consumidores en serio.
El primer cambio es prohibir la importación de forraje transgénico y exigir que los agricultores produzcan al menos la mitad del forraje en sus propios establecimientos agrícolas. Un conjunto claro de normas sobre el origen del forraje eliminaría los desequilibrios internacionales en materia de nutrientes y disminuiría el poder de corporaciones agrobiotecnológicas multinacionales como Monsanto. Además, se evitaría el transporte a grandes distancias de purines y estiércol, que los agricultores podrían usar en sus propios establecimientos como fertilizante para producir forraje.
En segundo lugar, debe prohibirse la administración innecesaria de antibióticos en los sistemas de provisión de alimento y agua. Esto obligaría a los agricultores a tratar individualmente a los animales enfermos, según el diagnóstico veterinario.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos puede prohibir el uso no terapéutico de antibióticos. Y el Departamento de Agricultura puede usar sus programas de apoyo para facilitar la ganadería a campo abierto y así alentar métodos de producción de carne más sostenibles.
Pero estas acciones, aunque importantes, sólo serían el principio. El crecimiento de las clases medias de las economías emergentes nos obliga a reconocer que los modelos actuales de producción y consumo de carne en Occidente son insostenibles. Ya es tiempo de crear un sistema que respete nuestros límites ecológicos, sociales y éticos.
Christine Chemnitz es jefa del Departamento de Política Agrícola Internacional de la Fundación Heinrich Böll. Shefali Sharma es directora del programa de Commodities Agrícolas y Globalización en el Instituto de Política Agrícola y Comercial.
Traducción de Esteban Flamini.
© Project Syndicate, 2014.
dijous, 25 de setembre del 2014
dilluns, 22 de setembre del 2014
TRES LÍMITES AL CRECIMIENTO
Por Herman Daly
Dado que cuando la producción (PIB real) crece, disminuye
su utilidad marginal porque
satisfacemos primero nuestras necesidades
más importantes, del mismo modo
aumenta la desutilidad marginal ocasionada
por el crecimiento ya que mientras la economía
se expande en la ecosfera nosotros sacrificamos, primero, los servicios ecológicos menos importantes (en la medida en que los conocemos). Estos costes crecientes y la disminución de los beneficios marginales del crecimiento se muestran en el siguiente diagrama.
Gráfico 3 Límites |
En el gráfico se pueden distinguir tres conceptos sobre los límites del crecimiento.
1. El "límite de futilidad" ocurre cuando la utilidad marginal de la producción cae a cero. Incluso sin coste de producción, hay un límite en la cantidad que podemos consumir y seguir disfrutando de ella. Hay un límite en la cantidad de bienes que podemos disfrutar en un determinado período de tiempo, así como un límite para nuestro estómago y para la capacidad sensorial de nuestro sistema nervioso. En un mundo con una considerable pobreza en el que los pobres observan como los ricos aparentemente siguen disfrutando de su riqueza adicional, pareceria que este límite de futilidad se encuentra lejos no sólo de los pobres, sino de todos. La economía neoclásica niega formalmente el concepto del límite de futilidad a partir de su postulado de "no saciedad". Sin embargo, los estudios muestran que, más allá de un umbral, la felicidad (utilidad total) autoevaluada deja de aumentar con el PIB, reforzando con ello la relevancia del límite de futilidad.
2. El "límite de la catástrofe ecológica" está representado por un fuerte aumento vertical de la curva de coste marginal. Algunas actividades humanas o la nueva combinación de algunas actividades, pueden inducir a una reacción en cadena o al punto de inflexión y llevar al colapso de nuestro nicho ecológico. El principal candidato para el límite de la catástrofe en la actualidad es el cambio climático inducido por los gases de efecto invernadero emitidos en la búsqueda del crecimiento económico, que está fuera de control . Se desconoce el punto del eje horizontal en el que esto puede ocurrir. Debo señalar que la asunción de una curva del coste marginal (desutilidad) que va aumentando de forma continua y suave es bastante optimista. Dada nuestra comprensión limitada de cómo funciona el ecosistema, no podemos estar seguros de haber ordenado correctamente los sacrificios de los servicios ecológicos, impuestos por el crecimiento, de menor a mayor importancia. Al caminar hacia el crecimiento, podemos sacrificar por ignorancia un servicio vital de los ecosistemas en vez de uno trivial. Así, la curva de coste marginal podría en realidad ser un zig-zag hacia arriba y hacia abajo de manera discontinua, por lo que sería difícil separar el límite de la catástrofe del límite tercero y, más importante, el llamado límite económico.
3. El "límite económico" se define en el punto donde el coste marginal se iguala al beneficio marginal con la consecuente maximización del beneficio neto. Lo interesante del límite económico es que parecería ser el primer límite que nos encontremos. Sin duda, se produce antes de que aparezca el límite de futilidad y probablemente antes del límite de la catástrofe, aunque, como se acaba de señalar, todo eso es incierto. En el peor de los casos, el límite de la catástrofe podría coincidir con el límite económico determinado en una discontinuidad. Por lo tanto es muy importante estimar los riesgos de catástrofe y incluirlos en la curva de desutilidad como costes contabilizados, en la medida de lo posible.
En el gráfico se evidencia que el aumento de la producción y el consumo se denominan
verdaderamente crecimiento económico sólo
hasta llegar al límite económico. Más allá de ese punto, se convierten en crecimiento antieconómico ya que los costes aumentan más que los beneficios, haciéndonos
más pobres y no más ricos. Por desgracia, parece que perversamente seguimos llamándole crecimiento económico! De
hecho, usted no encontrará el
término "crecimiento antieconómico" en ningún libro de texto de
macroeconomía. Cualquier aumento del PIB real se llama "crecimiento
económico", incluso si los costes aumentan más rápido que los beneficios.
La macroeconomía
no es el Todo, sino más bien una parte del Todo finito.
Crédito de la foto: Beth Scupham
|
Los economistas señalan que la lógica empleada solo es común en microeconomía, el coste
marginal igual al beneficio marginal
define el tamaño óptimo de una unidad microeconómica, ya sea una empresa o un hogar. Sin embargo, no se
aplica generalmente en macro-economía ya que se considera que esta es el Todo en lugar de una parte. Cuando
una parte se expande hacia
el Todo finito, impone un coste de oportunidad a las otras partes
que deben reducir el tamaño para hacerle espacio.
Cuando se expande el propio Todo, se considera que no se impone ningún
coste de oportunidad ya que no desplaza
a nada, presumiblemente la expansión
se produce en el vacío. Pero la macroeconomía no es el
Todo. También es una parte,
una parte de la economía natural más grande, la Ecosfera, y su crecimiento ocasiona costes de oportunidad en el conjunto finito que
deben ser contabilizados. Hacer caso omiso de este hecho lleva a muchos economistas a creer que
el crecimiento del PIB no puede ser nunca antieconómico.
Los economistas convencionales podrían aceptar este gràfico como una imagen estática, pero argumentan que en un mundo dinámico la tecnología desplazará la curva de beneficio marginal al alza y la curva de coste marginal a la baja, moviendo su intersección (límite económico) siempre hacia la derecha, por lo que el crecimiento económico continuará siendo deseable y posible. Sin embargo, los desplazadores de las curvas macroeconómicas deben recordar tres cosas. En primer lugar, la físicamente creciente macro-economía está todavía limitada por su desplazamiento de la Ecosfera finita y por la naturaleza entrópica de su flujo de mantenimiento. En segundo lugar, el timing de la nueva tecnología es incierto. La tecnología esperada no puede ser inventada o llegar on line (en el momento) hasta que hayamos pasado el límite económico. ¿Resistiremos el crecimiento antieconómico mientras esperamos y confiamos en que las curvas cambien? En tercer lugar, recordemos que las curvas también se pueden desplazar en la dirección equivocada, moviendo el límite económico de nuevo hacia la izquierda. ¿Los avances tecnológicos del tetraetilo de plomo y los clorofluorocarbonos han desplazado la curva de costes hacia abajo o hacia arriba? ¿Qué hay de la energía nuclear? La adopción de una economía estacionaria nos permitiría evitar ser empujados más allá del límite económico. Podríamos tomarnos nuestro tiempo para evaluar las nuevas tecnologías en lugar de dejar que empujen ciegamente a un crecimiento que bien puede ser antieconómico. Y el estado estacionario nos da algún tipo de seguro contra los riesgos de catástrofe ecológica que aumentan con el “crecentismo” y la impaciencia tecnológica.
Los economistas convencionales podrían aceptar este gràfico como una imagen estática, pero argumentan que en un mundo dinámico la tecnología desplazará la curva de beneficio marginal al alza y la curva de coste marginal a la baja, moviendo su intersección (límite económico) siempre hacia la derecha, por lo que el crecimiento económico continuará siendo deseable y posible. Sin embargo, los desplazadores de las curvas macroeconómicas deben recordar tres cosas. En primer lugar, la físicamente creciente macro-economía está todavía limitada por su desplazamiento de la Ecosfera finita y por la naturaleza entrópica de su flujo de mantenimiento. En segundo lugar, el timing de la nueva tecnología es incierto. La tecnología esperada no puede ser inventada o llegar on line (en el momento) hasta que hayamos pasado el límite económico. ¿Resistiremos el crecimiento antieconómico mientras esperamos y confiamos en que las curvas cambien? En tercer lugar, recordemos que las curvas también se pueden desplazar en la dirección equivocada, moviendo el límite económico de nuevo hacia la izquierda. ¿Los avances tecnológicos del tetraetilo de plomo y los clorofluorocarbonos han desplazado la curva de costes hacia abajo o hacia arriba? ¿Qué hay de la energía nuclear? La adopción de una economía estacionaria nos permitiría evitar ser empujados más allá del límite económico. Podríamos tomarnos nuestro tiempo para evaluar las nuevas tecnologías en lugar de dejar que empujen ciegamente a un crecimiento que bien puede ser antieconómico. Y el estado estacionario nos da algún tipo de seguro contra los riesgos de catástrofe ecológica que aumentan con el “crecentismo” y la impaciencia tecnológica.
Traducción N.C.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)