dissabte, 27 de setembre del 2014

¿Por qué los economistas no entienden esta crisis económica? Diez razones

Publicat al bloc  Camino a Gaia

jueves, 4 de septiembre de 2014

La teoría del mercado actualmente dominante valora principalmente las preferencias humanas y no tiene en cuenta los costes físicos y ecológicos ni sus límites. En realidad, es la ecología, la ciencia que parte de principios termodinámicos bien fundamentados, y no de la fe o la confianza en un modelo económico, la que mejor entiende el problema de los límites.

De forma muy resumida, se podría decir que la incapacidad de los economistas para entender esta crisis económica, se debe a la dificultad para aceptar los límites físicos en la extracción de recursos, renovables o no, y las consecuencias de la actividad económica sobre la biosfera. Negando o minusvalorando esta interacción no aceptan ni entienden el impacto de estos límites sobre la economía global. Puede el lector dar un paseo por los blogs y publicaciones de economía mas representativos del actual capitalismo globalizado para valorar el numero de artículos y su influencia, sobre temas tales como el pico del petróleo o el descenso de la biodiversidad. Las visiones mas críticas avisan del impacto de la economía sobre la biosfera o el cambio climático, pero no tanto del impacto de estas transformaciones sobre la economía. En buena parte, eso se ha debido a que los beneficiarios de estos impactos en la biosfera han sido los países ricos, que son a su vez los que proveen de economistas al mundo, mientras que los daños o externalidades, han caído sobre los países pobres. También puede deberse a una visión antropocéntrica según la cual las leyes de la naturaleza se someten a las leyes de los hombres, negando la realidad. ¿Pero cuales son las leyes de la economía? Resulta que son bastante cambiantes y diferentes para los diferentes modelos productivos. Se podría decir que son objetivas mientras funcionan. Así, la presunción de un crecimiento económico infinito sobre un planeta y recursos finitos, puede funcionar mientras no se alcanzan los límites del sistema. Llegamos así a la primera de las obviedades.

1.- Patrones históricos: Es habitual en los análisis económicos, tomar como referencia patrones históricos. Pero nos encontramos en una situación que no tiene antecedentes en la historia de la humanidad, la validez de tales análisis resulta por tanto bastante dudosa. Tomar entonces como referente las leyes de la Física que rigen en los límites de un sistema, parece lo mas sensato para establecer los marcos de lo posible.

2.- Sustitución de recursos agotados: Según la teoría de mercado no hay problema con el agotamiento de recursos, porque cuando un recurso se agota, el mercado siempre encuentra un sustituto. Y en cierta medida eso es cierto, el petróleo es perfectamente sustituible, de hecho buena parte del petróleo actual es sintético, pero lo que no puede sustituirse por otra cosa es la energía. Y precisamente lo que están fallando son las fuentes de energía. El concepto de fuente de energía está ligado al de Tasa de Retorno Energético (TRE). Así cuando la energía obtenida de una fuente, por ejemplo los biocombustibles, es igual o menor que la empleada para obtenerlo, la fuente deja de serlo y obtenemos un sumidero de energía.
En cuanto a la sustitución de los servicios prestados por la biosfera y su biodiversidad, la economía de mercado no puede sustituirlos y se limita a destruirlos o agotarlos. La tecnología no puede sustituir a la vida. La disminución del capital natural y su degradación a escala planetaria se encuentran en su punto mas alto, justo cuando mas los necesitamos.

3.- Trabajo y Energía. Los esclavos energéticos: En economía solo se considera como trabajo la energía invertida por el ser humano. Sin embargo, desde el punto de vista físico, el trabajo humano es de la misma naturaleza que el trabajo realizado por una máquina o un animal. De hecho, y de la misma manera que se usa el caballo de vapor (CV) como unidad de potencia equivalente a la proporcionada por estos animales de tiro, también podemos recurrir al concepto de esclavo energético como la potencia equivalente a la desarrollada por un ser humano bien musculado y alimentado. Según la visión de la economía neoclásica el trabajo es, junto con el capital y la tierra, uno de los tres factores de producción. Lo que diferencia al análisis físico del económico, es que desde un análisis físico podemos visualizar el grado de dependencia de nuestro modelo económico de los combustibles fósiles y la dificultad o imposibilidad de este modelo, para generar una transición a un nuevo modelo evitando el colapso. Así, en un país como España, disponemos de unos 40 esclavos energéticos por habitante, que trabajan para nosotros 24 horas al día, que pasarían a ser 120 si nos acercamos a la capacidad real de un ser humano y solo lo hicieran 8 horas diarias los 365 días del año. En EEUU serían 360 esclavos por habitante, trabajando 8 horas diarias durante todos los días del año.

4.- El pico del petróleo: La mayor parte de los economistas olvidan la ley de los rendimientos decrecientes cuando de petróleo se trata. Algunos piensan que el factor limitante es la cantidad de petróleo que existe bajo el subsuelo, pero esto no es así. El petróleo no se acabará nunca, pero dejará de ser una fuente de energía cuando la energía empleada para obtenerlo sea igual o mayor a la energía destinada para producirlo. Por otro lado, tampoco podemos extraerlo siempre al ritmo que deseemos. Pero los problemas comienzan cuando la oferta no puede satisfacer a la demanda. Prueba de ello fueron las crisis del petróleo de los años 70. Pero ahora enfrentamos la misma crisis a escala global y nuestro problema es que no disponemos de otro planeta para proceder a su expolio.


5.- Eficiencia y TRE (Tasa de Retorno Energético): Los economistas conocen bien el concepto de eficiencia. Sin embargo el concepto y las implicaciones del concepto de Tasa de Retorno Energético, TRE, con frecuencia se les escapa. Lo sorprendente es que la TRE, es un concepto muy sencillo. Toda sociedad necesita de energía para la producción de los bienes necesarios para su existencia. Pero también necesita energía para obtener esa energía. Aplicamos el concepto de eficiencia en los procesos de producción y consumo. La eficiencia de cualquier proceso tiene un límite y se mide en tantos por cien. Sin embargo, la TRE resulta del cociente de dividir la energía obtenida por la energía empleada para su obtención. Esta energía empleada es la que corresponde a la suma de todos los procesos implicados, desde las prospecciones, extracción, transporte, procesado, distribución, comercialización y venta. Los modelos económicos estandar no hacen tales distinciones, por lo que a los economistas les resulta difícil valorar, con las herramientas obtenidas en su plan de estudios, las consecuencias que tiene la crisis energética en la economía.

6.- La paradoja de Jevons: La paradoja de Jevons dice formalmente que aumentar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero incrementa el uso del modelo lo que provoca un incremento del consumo global. Dicho en otras palabras, en un sistema en crecimiento, los esfuerzos en la eficiencia terminan invertidos en crecimiento, con lo que a la larga obtenemos un mayor consumo y no un mayor ahorro. Por tanto, las propuestas de eficiencia que no cuestionan el crecimiento económico, terminan provocando paradójicamente un mayor consumo de recursos. Jevons descubrió este principio a partir de la observación empírica.

7.- La necesidad de crecer: Todos los economistas de los modelos estandar coinciden en la necesidad de crecimiento para poder mantener el actual modelo económico. Existe, sin embargo, una fuerte correlación entre PIB y consumo de energía y podemos decir que el crecimiento económico necesita, de un consumo creciente de energía. La llegada del pico del petróleo supone que la fuente de energía mas importante de nuestra sociedad ya no puede obtenerse de forma creciente. Además, tras un periodo de estancamiento de la producción comenzará el declive acelerado de dicha producción.
Los esfuerzos en eficiencia tienen, como hemos visto, un efecto parcial y a corto plazo. Por lo que el declive energético lleva a un decrecimiento económico global inexorable.

8.- Factores de producción. ¿Tecnología sin energía?: Los recursos que se emplean para producir bienes y servicios constituyen el capital. En la economía moderna se considera la tecnología como un factor de producción especialmente relevante en que la maquinaria proporciona la fuerza en la producción mecanizada y tecnificada. ¡Un momento! ¿Hemos dicho la fuerza? No podemos exigir a un economista que sea experto en Física pero sí que tenga al menos unas nociones básicas. Quitemos las baterías a nuestros dispositivos móviles y demás aparatos, cortemos el fluido eléctrico y cerremos las gasolineras. Veamos qué producción obtenemos. Pensemos por un momento en el valor de todo nuestro capital tecnológico sin la energía necesaria para hacerlo funcionar. No solo eso, pensemos en que cada maquinaria está diseñada para aprovechar un determinado tipo de energía. Cambiar de modelo, aún disponiendo de la energía suficiente sería muy costoso. Estamos obsesionados con el coche eléctrico. Pero ¿tendremos también tractores eléctricos en la agricultura o maquinaria pesada a tracción eléctrica?

9.- Desigualdad y crisis energética. El planeta es un sistema cerrado: Con frecuencia, los análisis económicos parten de un solo país, o de unos pocos países. Sin embargo, en un sistema globalizado y en una crisis que tiene repercusiones globales, las relaciones entre energía y economía aparecen mas nítidas a escala global. La destrucción de la demanda causada por el declive de la producción de crudo afecta en mayor medida a aquellos países mas dependientes del mismo en su mix energético. Las políticas de austeridad están provocando una fractura social en los países en crisis, con un crecimiento de las desigualdades económicas y la exclusión social. Hemos de tener en cuenta que en un sistema cerrado no hay intercambio de materiales con el exterior y los costos medioambientales no pueden ser evitados mediante externalidades.

10.- Desinformación y mercado: endogamia ideológica: Una de las condiciones que exigen muchos modelos de mercado es que no haya problemas con la información. Pero la concentración de poder económico en pocas manos ha llevado al control de los medios de comunicación por parte las grandes corporaciones. Tenemos una gran abundancia de información pero su calidad es mas que cuestionable, marcada por un protagonismo de la publicidad que, desde luego, no se limita a informar objetivamente al consumidor. La información mas veraz va quedando a disposición de quienes puedan pagarla, lo que no garantiza que se interesen por aquello que no desean saber. Esto parece contradecir la experiencia de información gratuita, a través sobre todo de internet. Pero esa gratuidad no existe, los costos están sostenidos en última instancia por la publicidad. A su vez esta publicidad está sostenida por su rentabilidad e influencia sobre el consumidor. Esto genera un bucle que excluye o debilita la información que cuestione o perjudique a corto plazo el modelo de mercado, mientras que potencia y selecciona aquella información que lo refuerza. Resulta difícil, por ejemplo, que un periódico publique artículos que avisen de la llegada del pico del petróleo, cuando se financia en buena medida a través de anuncios de automóviles.


CONCLUSIONES
Lo que hace que el colapso sea inevitable es que no hagamos nada por evitarlo. Alguien dijo que todos sabemos muchas cosas, pero sabemos cosas diferentes. Es evidente que quienes mejor conocen nuestro modelo económico son los economistas y los que mejor conocen la realidad del mundo físico sean los físicos, o los que estudian otras ciencias como la ecología. Es necesario un dialogo que compense a todos de lo que falta en los planes de estudio. El apremio desde el punto de vista físico viene dado por la necesidad de que la humanidad se una en un frente común ante a un problema de límites físicos. En mi humilde opinión, es la única forma de evitar que la sociedad se descomponga y degrade, buscando en el otro la causa de sus males. Y así termine, agonizando en un caos de conflictos armados y sociales y de degradación mediombiental, en un viaje a ninguna parte. Sin embargo, no podemos cambiar de vía sin bajarnos del tren. Dejar que las leyes del mercado regulen la destrucción de la demanda es como dejar que las leyes de flotación regulen el naufragio.

Publicado en ssociólogos








divendres, 26 de setembre del 2014

El alto coste de la carne barata

Article publicat a  El País

O cambiamos las prácticas de la gran industria ganadera o pagaremos las consecuencias de su impacto medioambiental


Una granja industrial de cerdos en Krasnoyarsk (Rusia). / I. NAYMUSHIN (REUTERS)

La producción ganadera a gran escala es un elemento crucial de la industrialización agrícola. Su incontenible expansión produce cambio climático, deforestación, pérdida de biodiversidad y violaciones de los derechos humanos. Todo para satisfacer el insalubre apetito de carne barata de las sociedades occidentales.
Europa y Estados Unidos fueron los mayores consumidores de carne del siglo XX, con un gasto anual promedio de entre 60 y 90 kilogramos por persona: mucho más de lo necesario para satisfacer las necesidades nutricionales de los seres humanos. Si bien las tasas de consumo en Occidente han dejado de crecer, e incluso están disminuyendo en algunas regiones, todavía son mucho más altas que en la mayor parte del resto del planeta.
Entretanto, en las economías emergentes (especialmente el grupo denominado BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) las nuevas clases medias adoptan dietas cada vez más parecidas a las de sus pares en los países ricos. En las décadas venideras, conforme sus ingresos sigan elevándose, se producirá un consiguiente aumento de la demanda de carne y productos lácteos.
Para satisfacer esta demanda, las empresas agroindustriales intentarán elevar la producción anual de carne desde los 300 millones de toneladas actuales hasta 480 millones de toneladas en 2050, lo que generará serios problemas sociales y presiones ecológicas en casi todas las etapas de la cadena de valor (suministro de forraje, producción, procesamiento y venta minorista).
Uno de los principales problemas de la producción ganadera a escala industrial es que provoca grandes emisiones de gases de efecto invernadero, y no sólo porque los procesos digestivos de los rumiantes generan metano. Los desechos de los animales, junto con los fertilizantes y pesticidas usados para producir forraje, también generan óxidos de nitrógeno en grandes cantidades.
La industria quiere aumentar la producción global un 60% hasta 2050
De hecho, desde la producción de forraje en adelante, el modelo industrial implica deforestación y grandes cambios en el uso de la tierra. En la actualidad, alrededor de un tercio de la superficie agrícola se usa para producción de forraje; y el porcentaje total destinado a la producción ganadera, incluida la pastura, asciende a alrededor del 70%.
Un mayor consumo de carne supone casi el doble de producción de habas de soja (solamente), lo que implica un aumento proporcional del uso de bienes consumibles como tierra, fertilizantes, pesticidas y agua. Al dedicarse una cada vez mayor proporción de los cultivos a alimentar el ganado, los precios de los alimentos y de la tierra tenderán a crecer, lo que dificultará cada vez más la satisfacción de las necesidades nutricionales básicas de los pobres de todo el mundo.
Para colmo de males, el abandono de los sistemas de cría de ganado autóctonos o de uso mixto y la adopción del modo de producción a gran escala ponen en peligro los medios de vida de las poblaciones rurales, especialmente en los países en desarrollo. Los ganaderos nómadas, pequeños productores y agricultores independientes no pueden competir contra precios minoristas bajos, que no representan los verdaderos costos ambientales y sanitarios de la industria. Y el sistema ganadero industrial, con sus bajos salarios y deficientes estándares sanitarios y de seguridad, no ofrece una buena alternativa de empleo.
Finalmente está el impacto sanitario de la producción ganadera industrial. Para empezar, un consumo excesivo de carne y productos lácteos contribuye a la aparición de problemas de salud nutricionales como obesidad y enfermedades cardiovasculares. Además, mantener grandes concentraciones de animales en espacios confinados facilita la proliferación de enfermedades infecciosas que pueden transmitirse a los seres humanos, por ejemplo la gripe aviar. Y las medidas empleadas para mitigar este riesgo, como la administración de dosis bajas de antibióticos para prevenir enfermedades en los animales y promover su crecimiento, están creando una crisis de salud pública al aumentar la resistencia de los microbios a los fármacos.
Si a esto le añadimos las espantosas condiciones que padecen los animales, debido a la resistencia de la industria a aplicar estándares razonables de bienestar animal, bien podríamos preguntarnos cómo pudo la industria crecer hasta su tamaño actual. La respuesta está en su poder oligopólico, que permite a los productores industriales externalizar sus verdaderos costos sociales y ambientales, que luego deberán cubrir los trabajadores y los contribuyentes.
Bastaría con cambiar dos reglas de la Política Agraria Común para mejorar notablemente la situación 
La realidad es que hay otros modos de satisfacer la necesidad mundial de carne y productos lácteos. En la Unión Europea, bastaría cambiar dos elementos clave de la Política Agrícola Común para reducir drásticamente las distorsiones del sistema de producción. Implementar estos cambios enviaría una señal clara de que los funcionarios europeos toman los deseos de los consumidores en serio.
El primer cambio es prohibir la importación de forraje transgénico y exigir que los agricultores produzcan al menos la mitad del forraje en sus propios establecimientos agrícolas. Un conjunto claro de normas sobre el origen del forraje eliminaría los desequilibrios internacionales en materia de nutrientes y disminuiría el poder de corporaciones agrobiotecnológicas multinacionales como Monsanto. Además, se evitaría el transporte a grandes distancias de purines y estiércol, que los agricultores podrían usar en sus propios establecimientos como fertilizante para producir forraje.
En segundo lugar, debe prohibirse la administración innecesaria de antibióticos en los sistemas de provisión de alimento y agua. Esto obligaría a los agricultores a tratar individualmente a los animales enfermos, según el diagnóstico veterinario.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos puede prohibir el uso no terapéutico de antibióticos. Y el Departamento de Agricultura puede usar sus programas de apoyo para facilitar la ganadería a campo abierto y así alentar métodos de producción de carne más sostenibles.
Pero estas acciones, aunque importantes, sólo serían el principio. El crecimiento de las clases medias de las economías emergentes nos obliga a reconocer que los modelos actuales de producción y consumo de carne en Occidente son insostenibles. Ya es tiempo de crear un sistema que respete nuestros límites ecológicos, sociales y éticos.
Christine Chemnitz es jefa del Departamento de Política Agrícola Internacional de la Fundación Heinrich Böll. Shefali Sharma es directora del programa de Commodities Agrícolas y Globalización en el Instituto de Política Agrícola y Comercial.
Traducción de Esteban Flamini.

dilluns, 22 de setembre del 2014

TRES LÍMITES AL CRECIMIENTO

Por Herman Daly 
Herman Daly

Traducción del artículo publicado  en:


Dado que  cuando la producción (PIB real) crece, disminuye su utilidad marginal porque satisfacemos primero nuestras necesidades más importantes, del mismo modo aumenta  la desutilidad marginal ocasionada por el  crecimiento  ya que mientras la economía se expande en la ecosfera  nosotros sacrificamos,  primero, los  servicios ecológicos menos importantes (en la medida en que los conocemos). Estos costes crecientes y la disminución de los beneficios marginales del crecimiento  se muestran en el siguiente diagrama.

Gráfico 3 Límites

 
En el gráfico se pueden distinguir tres conceptos sobre los límites del crecimiento.

1.  El "límite de futilidad" ocurre cuando la utilidad marginal de la producción cae a cero. Incluso sin coste de producción, hay un límite en  la cantidad que podemos consumir y seguir disfrutando de ella. Hay un límite en la cantidad de bienes que podemos disfrutar en un determinado período de tiempo, así como un límite para  nuestro estómago y  para  la capacidad sensorial de nuestro sistema nervioso. En un mundo con  una considerable pobreza  en el que los pobres observan como  los ricos aparentemente siguen  disfrutando de su riqueza adicional, pareceria   que este límite de futilidad se encuentra  lejos no sólo de los pobres, sino de todos.  La economía neoclásica niega formalmente el concepto del límite de futilidad a partir de su  postulado de "no saciedad". Sin embargo, los estudios muestran que, más allá de un umbral,  la felicidad (utilidad total) autoevaluada deja de aumentar con el PIB, reforzando con ello la relevancia  del límite de futilidad.

2.  El "límite de la catástrofe ecológica" está representado por un fuerte aumento vertical de la curva de coste marginal. Algunas actividades  humanas  o la nueva combinación  de algunas actividades,  pueden inducir a una reacción en cadena  o al punto de inflexión  y llevar al colapso de nuestro nicho ecológico. El principal candidato para el límite de la catástrofe en la actualidad es el cambio climático inducido por los gases de efecto invernadero emitidos en la búsqueda del crecimiento económico, que está  fuera de control .  Se desconoce el  punto  del eje horizontal  en el que   esto  puede   ocurrir.  Debo señalar que la asunción de una curva del  coste marginal (desutilidad)  que va  aumentando de forma continua y suave  es bastante optimista.  Dada nuestra comprensión limitada de cómo funciona el  ecosistema, no podemos estar seguros de haber  ordenado correctamente los  sacrificios de los servicios ecológicos,  impuestos  por el crecimiento,  de menor a mayor importancia. Al caminar  hacia el crecimiento, podemos sacrificar  por ignorancia un servicio vital de los ecosistemas  en vez de uno trivial. Así, la curva de coste marginal podría en realidad  ser un zig-zag hacia arriba y hacia abajo de manera discontinua, por lo que sería  difícil separar el límite de la catástrofe del límite tercero  y, más importante, el llamado  límite económico.

3.  El "límite económico" se define en el punto donde el coste marginal  se iguala al beneficio marginal  con la consecuente maximización del beneficio neto. Lo interesante del límite económico es que parecería ser  el primer límite que nos  encontremos. Sin duda, se produce antes de que aparezca el límite de futilidad y probablemente antes del límite de la catástrofe, aunque, como se acaba de señalar, todo eso es incierto.  En el peor de los casos,  el límite de la catástrofe podría coincidir con  el límite económico determinado en una discontinuidad.  Por lo tanto es muy importante estimar los riesgos de catástrofe y incluirlos en la curva de desutilidad  como costes contabilizados, en la medida de lo posible.
En  el  gráfico  se  evidencia  que el aumento de la producción y el consumo se denominan verdaderamente  crecimiento económico sólo hasta llegar al límite económico. Más allá de ese punto,  se convierten  en crecimiento antieconómico   ya que  los costes aumentan  más que los  beneficios, haciéndonos más pobres y no más ricos. Por desgracia, parece que perversamente seguimos llamándole  crecimiento económico! De hecho, usted no encontrará el término "crecimiento antieconómico" en ningún  libro de texto de macroeconomía. Cualquier aumento del PIB real se llama "crecimiento económico", incluso si los costes aumentan más rápido   que  los beneficios.
 La macroeconomía no es el Todo, sino más bien una  parte del Todo finito.  
Crédito de la foto: Beth Scupham
 
Los economistas señalan que la lógica empleada solo es común en microeconomía,  el coste marginal igual  al beneficio marginal define el tamaño óptimo de una unidad microeconómica, ya sea una empresa o un hogar. Sin embargo, no se aplica generalmente en macro-economía  ya que se considera que esta  es el Todo en lugar de una parte. Cuando una parte se expande hacia el Todo finito, impone un coste de oportunidad a las  otras partes  que deben reducir el tamaño para hacerle espacio. Cuando se expande el propio Todo, se considera que no se  impone ningún coste de oportunidad ya que no desplaza a nada, presumiblemente la expansión se produce  en el  vacío. Pero la macroeconomía no es el Todo. También es una parte, una parte de la economía natural más grande, la Ecosfera, y su crecimiento ocasiona  costes de oportunidad en el conjunto finito que deben ser contabilizados.  Hacer caso omiso de este hecho lleva a muchos economistas a creer que el crecimiento del PIB no puede ser nunca antieconómico.

Los economistas convencionales  podrían aceptar este gràfico  como una imagen estática,  pero argumentan que en un mundo dinámico la tecnología desplazará  la curva de beneficio marginal al alza y la curva de coste marginal a la baja, moviendo  su intersección (límite económico) siempre hacia la derecha,  por lo que el crecimiento económico continuará  siendo  deseable y posible. Sin embargo, los  desplazadores de las curvas  macroeconómicas deben recordar tres cosas.  En primer lugar, la físicamente creciente macro-economía está todavía limitada por su desplazamiento de la  Ecosfera finita  y por la naturaleza entrópica de su flujo de mantenimiento.  En segundo lugar, el timing  de la nueva tecnología es incierto. La tecnología esperada  no puede ser inventada  o llegar  on line (en el momento)  hasta  que hayamos pasado el límite económico. ¿Resistiremos el  crecimiento antieconómico mientras esperamos  y confiamos  en que las curvas cambien? En tercer lugar, recordemos que las curvas también se pueden desplazar en la dirección equivocada, moviendo el límite económico de nuevo hacia la izquierda. ¿Los avances tecnológicos del tetraetilo de plomo y los clorofluorocarbonos han  desplazado  la curva de costes hacia abajo o hacia arriba? ¿Qué hay de la energía nuclear? La adopción de una economía estacionaria  nos permitiría  evitar ser empujados  más allá del límite económico. Podríamos tomarnos nuestro tiempo para evaluar las nuevas tecnologías en lugar de dejar que empujen  ciegamente  a un  crecimiento que  bien puede ser antieconómico. Y el estado estacionario  nos da algún tipo de seguro contra los riesgos de catástrofe ecológica que aumentan con el  “crecentismo” y la  impaciencia tecnológica.

Traducción N.C.

diumenge, 21 de setembre del 2014

Santiago Niño Becerra: "No hay recuperación, esto es la campaña del Gobierno para las elecciones"

Publicat a  La Vanguardia 

El catedrático del Institut Químic de Sarrià, Santiago Niño Becerra, se pregunta "¿En base a qué se dice que España vuelve a ir bien?"

Economía | 08/09/2014 - 22:54h | Última actualización: 10/09/2014 - 10:23h
Santiago Niño Becerra ha sido entrevistado por Josep Cuní en 8alDia - El profesor del IQS ha asegurado que "no hay recuperación, esto es la campaña del Gobierno para las elecciones"

El profesor de economía Santiago Niño Becerra ha vuelto al programa 8alDia de Josep Cuní después de las vacaciones y se ha quejado de que “se ha puesto de moda decir que España vuelve a ir bien”.
En base a qué, se pregunta Becerra, si, por ejemplo, la OCDE ha dicho que se debe hacer la reforma de la reforma?. El economista pronostica que España tiene que estar en una situación tranquila y la gente tiene que estar tranquila, pero lo están de manera inducida. “España, toda la deuda pública que venda, se la tienen que comprar, no puede haber tensión”, ha asegurado.
En relación a la venta de deuda y la situación general de Europa ha asegurado que “bajar una décima el precio del dinero no sirve para nada, porqué Europa en conjunto no va bien”, ha dicho en relación a la decisión de bajar los tipos por parte de Draghi.
Haciendo una radiografía de la situación actual, Becerra ha lanzado algunos datos que desacreditan el optimismo de algunos: el PIB ha caído 70.000 millones, hay 2.8 millones de personas menos afiliadas a la Seguridad Social y el Reino de España tiene una deuda de 60.000 millones.
“¿Recuperación? Ha caído la renta disponible, ha caído el número de horas trabajadas, por lo tanto la productividad cae, más ocupados (temporales y parcial), hay un 9.6% de trabajadores a tiempo parcial y no a completo, caen los precios, el PIB está basado en el turismo de bajo coste y las exportaciones. No, no hay recuperación, todo esto es la campaña del Gobierno para las elecciones que vienen”, ha afirmado rotundamente Becerra.
Precio de los pisos
Siendo preguntado sobre si la subida del precio de la vivienda es un símbolo de recuperación, el profesor ha preguntado qué tipo de pisos han subido sus precios: “los pisos de Passeig de Gràcia con Diagonal”, o sea, los de alto standing. No pueden estar subiendo los precios de los pisos si los fondos buitres han invertido 245 mil millones y los bancos tienen 90 mil millones en activos inmobiliarios, esto no es signo de recuperación alguna.
El paro
Según Becerra, ha bajado el paro 6 décimas pero el número de horas trabajadas ha bajado. España es penúltima en el Eurostat con un 24.5% de paro por detrás de Grecia.
Hablando de salarios, el ascensor social se ha parado, no hay crédito y esto tiene una repercusión sobre el consumo.
La consulta
“En dos meses llegamos al noviembre, nuestros ahorros están garantizados por la UE hasta 100.000 euros, otra cosa es qué pasará con los accionistas, en referencia a la consulta del 9N”, ha afirmado el profesor.
Un espectador ha preguntado qué parte del PIB en una Catalunya independiente representaría el turismo? La respuesta de Becerra ha sido una advertencia: “Lo que debería hacer Catalunya es hacer la famosa reconversión turística, intentar atraer a personas que tengan un nivel de gasto mayor. Cómo se hace esto? Con inversión, formación e información”.
El catedrático de estructura económica de la Universitat Ramon Llull ha dicho que el gasto medio por turista está cayendo y que “los rusos ricos no vienen ni a Barcelona ni a Madrid.
Según Becerra, las reservas para el año que viene para Magaluf ya han subido. Ante esto tenemos un problema.
Sobre el sistema de pensiones, Becerra cree que un sistema de capitalización, como tienen en Chile, las pensiones fluctúan mucho y dependiendo de la bolsa las pensiones suben o bajan. El sistema de repartición, como el actual en España, es el más fiable.
“Hay dinero para cuatro años, si las inversiones en el fondo de reserva siguen como los actuales, porqué parte del dinero de este fondo se ha invertido en comprar deuda pública”, ha afirmado.

Leer más: http://www.lavanguardia.com/economia/20140908/54414802311/santiago-nino-becerra-no-recuperacion-campana-gobierno-elecciones.html#ixzz3DyApHbZC

divendres, 19 de setembre del 2014

“La globalización sólo ha traído desempleo y crisis”

Article publicat a  La Vanguardia
16 set 2014 per 
VÍCTOR-M. AMELA – foto JORDI PLAY – LA CONTRA – LA VANGUARDIA – 16 de septiembre de 2014
John Ralston Saul, intelectual antiglobalización
Tengo 66 años. Soy canadiense y vivo en aviones. Soy escritor y filósofo. Estoy casado, con hijastros y nietos. ¿Política? Busco alternativas a la ideología hegemónica, globalizadora. Prefiero no hablar de religión. Presido el PEN Internacional, asociación mundial de escritores
Qué tiene contra la globalización?
Que nos ha traído esta crisis.
¿Así lo ve?
Encopetados profetas de la economía se han pasado años cacareando las bondades globalizadoras. ¡Aquí tienen el resultado!
¿En quién piensa?
En todas las escuelas de economía y finanzas del mundo. Reproducen esta ideología hegemónica, sin cuestionarse nada. Y la han pifiado. ¡Y aun así, no rectifican!
Recuerdo la “mundialización” de Felipe González. Diga usted otro nombre.
Alan Greenspan, que sobre esta crisis confiesa: “Todavía no entiendo del todo por qué ha ocurrido”. ¡El hombre todopoderoso! Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos… Era dios: hoy es un payaso, un idiota.
Al menos él ha admitido su ignorancia.
Pero la ideología globalizadora persiste. Greenspan no puede entender qué ha sucedido porque sigue abducido por esa ideología aberrante. Como tantos economistas.
¿Qué predica esta ideología?
Que globalización equivale a internacionalización. ¡Engañoso reduccionismo!
¿A qué equivale globalización, pues?
A anteponer la macroeconomía a las personas. Anteponerla al bien común, la creatividad, la paz, la democracia. ¿Resultado? 55% de desempleo entre los jóvenes españoles.
¿No incurre usted en reduccionismo?
Nos prometieron más crecimiento, competitividad, prosperidad, estabilidad, fin de los nacionalismos… ¿Resultado? Mayor abismo entre ricos y pobres, inestabilidad, nacionalismos… ¡Y nadie entona el mea culpa!
¿Por qué?
Los que mandan están convencidos de que las cosas no pueden hacerse de otro modo. Prefieren no arriesgarse a perder la silla.
¿Y hay alternativas viables?
¡Siempre las hay!
Proponga algo usted.
Eso le pidieron al sabio Solón de Atenas, y propuso: “leyes justas” y “romper cadenas”. Parecía imposible, ¡pero pudo hacerse! Propongo ahora exactamente lo mismo.
Aclárelo.
Leyes justas, es decir, transparencia económica y fiscalidad distributiva. Y romper cadenas, es decir, condonar la deuda.
¿Y todo arreglado?
Sí, pues eso devolvería bienestar a la gente. En Tradúzcalo vez de inyectar para dinero el Gobierno en bancos español. calamitosos, para que ¡que amorticen lo transfiera sus hipotecas! a los hipotecados,
¿Seguro?
Así nadie perdería su techo, lo que insuflaría seguridad a la sociedad, lo que sería tonificante para la economía. Y los bancos recuperarían sus préstamos. Y los trabajadores, ya libres de su hipoteca, se reactivarían.
No puede ser tan sencillo…
Sí lo es: lo cuento en muchas escuelas de negocios… ¡y nadie me rebate con argumentos convincentes! En verdad es muy simple.
¿Nadie le rebate, seguro?
No, no osan cuestionar sus propios dogmas, su teoría económica: ¡ahora toca austeridad! Un resabio de un cristianismo tosco.
¿Cristianismo tosco?
Sí, ese del “¡arrepentíos, pecadores!” Por eso nos dicen que hemos pecado y que nos toca hacer penitencia, pagar las culpas.
Pagar la deuda. Interesante teoría…
Y nos lo dicen personas sin sentido humanista ni ético, economistas que no leen, que ni han leído a su propio icono Adam Smith.
¿Por qué dice eso?
En su Teoría de los sentimientos morales, Adam Smith se preguntaba “¿cómo podemos convivir en sociedad?”, y concluía que con imaginación ética: siendo capaz de ponernos en la piel del otro. O sea, con empatía. Y eso debía traducirse en una regulación del mercado para evitar los abusos.
¿Adam Smith no sería hoy neoliberal?
Si levantase la cabeza, se horrorizaría y fustigaría a los neoliberales. ¡Era un humanista que perseguía el bienestar de las personas!, no como estos ignaros gurús economicistas.
La tiene tomada con los economistas…
No les interesa el sufrimiento de la gente, la exclusión, los oligopolios y monopolios, que Adam Smith repudiaba… Se obsesionan sólo con el crecimiento. ¡Qué aberración!
¿Tiene algo de malo crecer?
Hemos enfermado de obesidad… ¡y nos recetan comer más! ¿No es grotesco?
Visto así…
Esta crisis ha sido por exceso de producción. ¡No necesitamos tantas cosas!: crecer por crecer es un sinsentido. Burlémonos ya de estos economistas que hablan con tanta pompa y solemnidad… ¡y son ridículos!
¿No lo dirá porque es usted es escritor, no economista?
Toca revalorizar las humanidades, que abren la mente, ¡mientras los economistas la cierran, la encierran en una teoría! Por eso los escritores somos una amenaza…
¿Y se sienten atacados?
Ahora hay en el mundo 800 escritores encarcelados ¡y ni un solo economista! Sospechoso… La libertad de expresión es la verdadera riqueza, el tónico de la civilización que economistas fanáticos están destruyendo.