Adjunto al consejero delegado de TMB
Viernes, 16 de diciembre del 2016
Con la metodología del RACC no se habría construido un tranvía en ningún lugar del mundo
ACN / LAURA FIGULS
Un tranvía, en la Diagonal.
Me desayuno esta mañana con un buen reportaje a doble página de este periódico en el que se analiza una vez más la conexión de los dos tranvías por la Diagonal, un proyecto que recibió en la lista de inversiones la máxima valoración, y de ahí la prioridad en construirlo. Hay quien solo ve en este proyecto una obra barcelonesa, pero no es así. En realidad estamos ante un ambicioso proyecto que crea una red metropolitana de transporte uniendo nada menos que 9 municipios que suman una población equivalente al 30% de la de Catalunya. La unión de los tranvías permitirá acercar al centro de la ciudad a 730.000 personas de fuera de Barcelona que viven en el ámbito del tranvía y les dará conexión con siete líneas de metro, las líneas L1, L2, L3, L4, L5, L6 y L7.
En este reportaje se hace mención de un documento presentado por el RACC, un informe de encargo, que debe ser el enésimo que se publica, y que concluye que el proyecto de unión de los tranvías tendrá efectos negativos para la ciudad. Me quedo atónito. ¿Cómo es posible que el proyecto mejor valorado, de largo, entre los que promueve la Autoridad del Transporte Metropolitano tenga un detractor en una entidad seria como el RACC? No me lo explico. Y más en un momento en que hay consenso que hay que retirar miles de autos de la vía pública para evitar que los barceloneses acorten su vida en unos años debido a la contaminación.
Pero sobre el informe que publica el club automovilista, que me he leído, quiero hacer un par de comentarios.
En primer lugar explicar al lector que en toda Europa estos informes tienen siempre un carácter complementario, para limar detalles, no para lanzar objeciones globales a un proyecto público. Con la metodología usada en el informe del RACC no se habría construido un tranvía o un carril bicicleta en ningún lugar del mundo, ni tampoco se hubiera hecho una peatonalización, porque es claro que cuando se restringe espacio al coche, se crean retenciones. Resulta sospechoso que quien haya redactado ese informe no explique que cuando hay congestión y existen alternativas, como es el caso, el automovilista pasa a usar el transporte público, sobre todo en una ciudad, como Barcelona, que recibe siempre las máximas calificaciones internacionales en cuanto a la calidad de su red pública de transporte.
En segundo lugar, el informe de marras dice que la red de autobuses de TMB resultará perjudicada. Eso es rotundamente falso. Ofrezco un sencillo cálculo para que el lector lo pueda comprobar por sí mismo. En la actualidad, por la Diagonal circulan, en el tramo de más carga, aproximadamente un autobús cada minuto, sesenta a la hora, provocando los conocidos acordeones. El plan del ayuntamiento es una oferta de un tranvía cada 3 minutos, 20 a la hora. Al reducir el número de vehículos de transporte que llegan a un cruce, los tranvías necesitarán menos tiempo de fase en verde que los actuales autobuses, con lo que liberarán espacio para que los autobuses que cruzan la Diagonal en vertical tengan más facilidad de paso.
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